El avión con los cadáveres de los diez soldados franceses muertos el lunes y el martes en Afganistán aterrizó el miércoles por la noche en el aeropuerto parisino de Roissy Charles de Gaulle, indicó un periodista de la AFP que se encontraba a bordo del aparato.
El avión -un Airbus de la Aviación francesa- aterrizó a las 23H15 locales (21H15 GMT) y se inmovilizó delante del pabellón de honor de Roissy, convertido en capilla ardiente.
Una hilera de honor se formó ante el aparato. El ministro de Ex Combatientes, Jean-Marie Bockel, se encontraba al pie de la escalerilla.
Minutos más tarde llegó el primer ministro francés, François Fillon, que se encontró con los familiares de los fallecidos, que fueron condecorados con la cruz al mérito militar a título póstumo.
Sobre las 01H10 (23H10 GMT), los ataúdes, cubiertos con la bandera francesa, fueron introducidos en los coches fúnebres y partieron al lugar donde el jueves se celebrará un homenaje nacional.
Un impresionante dispositivo policial mantenía a los periodistas a distancia del pabellón de honor, indicó otro periodista de la AFP.
Invocando la "gravedad del momento" y la "necesidad de proteger la intimidad de las familias", el ministerio de Defensa señaló el miércoles por la tarde que la repatriación de los cadáveres se realizaría sin la presencia de periodistas.
"En vista de la fuerte carga emocional de las imágenes para los familiares de los soldados fallecidos, ninguna imagen de esta ceremonia breve será difundida a la prensa", anunció el ministerio en un comunicado.
En la mañana del miércoles llegó a París un avión que transportaba a 11 de los 21 soldados heridos en la emboscada tendida por los talibanes y fueron inmediatamente trasladados a diversos hospitales.
El lunes, un centenar de rebeldes islamistas atacó a una unidad de reconocimiento que se desplazaba a pie. En esa emboscada murieron nueve de los diez soldados franceses, según el ejército.
Esa acción de los talibanes derivó en encarnizados combates que se prolongaron durante horas, hasta que una unidad de apoyo aéreo pudo rescatar a los soldados franceses. Unos 30 insurgentes habrían muerto, según el ministro francés de Defensa, Hervé Morin.
Otro soldado, entre los enviados para recuperar los heridos, murió el martes al volcar su vehículo blindado.
El diario francés Le Monde informó el miércoles, citando a testigos, que algunos de los soldados franceses fueron "alcanzados" por ataques aéreos de la OTAN y disparos del ejército afgano, que debían permitirles salir de la emboscada de los talibanes.
Soldados franceses heridos en el ataque comentaron a este vespertino que la cantidad de víctimas se debe a la lenta reacción de la comandancia, que les hizo permanecer bajo el fuego enemigo durante "cerca de cuatro horas sin refuerzos", y a serios problemas de coordinación.
Tanto el ejército francés como la OTAN y el Pentágono se han mostrado prudentes y aseguraron no tener informaciones que confirmen esa versión.
El jueves se celebrará un homenaje nacional a los soldados fallecidos. El acto estará presidido por el presidente francés Nicolas Sarkozy. El primer ministro, François Fillon, varios ministros y parlamentarios también estarán presentes en la ceremonia.
Sarkozy regresó el miércoles por la noche a Francia tras varias horas de visita en Afganistán. En Kabul, el jefe del Estado francés pidió a los soldados franceses que "levanten la cabeza" en nombre "de la lucha contra el terrorismo".
"He venido para decirles que el trabajo que realizan aquí es indispensable", dijo a los militares.