
Las esposas que acompañan a los jefes de Estado y de gobierno en la cumbre del G8 que se celebra desde este lunes al miércoles en Toyako, en el norte de Japón, han aprendido a doblar kimonos y a servir el té. Esta es una delas actividades del plan de la primera dama japonesa, Kiyoko Fukuda.
El programa oficial preparado por la primera dama japonesa comenzaba con un almuerzo este lunes a orillas del lago Toya, sede de la cumbre, situado en el cráter de un volcán en medio de un parque natural nacional en Hokkaido, la isla más al norte de Japón.
Por la tarde, las damas han podido aprender actividades culturales tradicionales al presenciar una demostración del plegado de un kimono antiguo -12 veces sobre sí mismo- y participar en una ceremonia del té.
La noche estará reservada a una cena de gala ofrecida por la pareja Fukuda a sus invitados.
Muchas primeras damas 'primerizas'
El martes, el programa de las esposas las llevará hasta el poblado de Makkari, al pie del Monte Yotei, sitio de cultivo del lirio, algunos de cuyos bulbos la gastronomía japonesa utiliza igualmente para preparar platos para el Año Nuevo.
Esta será la primera cumbre del Grupo de los Ocho países más industrializados (G8) para la esposa de Fukuda, así como para las esposas del presidente ruso, Svetlana Vladimirovna Medvedeva, y del primer ministro británico, Sarah Macaulay-Brown.
También lo hubiera sido para la primera dama de Francia, Carla Sarkozy-Bruni, cuya participación está anunciada en el programa pero que no estará presente debido a la salida inminente de su nuevo disco. El esposo de la canciller alemana, Angela Merkel, un profesor universitario de química, tampoco estará presente.
Las otras participantes serán la esposa del primer ministro de Canadá, Laureen Teskey Harper, y Laura Bush, para quien ésta será la última cumbre del G8, ya que su marido, el presidente estadounidense George W. Bush, dejará la Casa Blanca en enero de 2009 tras participar en ocho reuniones del club de los más ricos.