Se trata de empresas que juegan con las mismas reglas de Wall Street, desdibujando los límites de lo legal y lo ético. La mayoría de sus fundadores se oculta entre las sombras, lo que acrecienta su misterio y aura de superhéroes. Son los 'justicieros' que han destapado los grandes amaños y fraudes cometidos al calor de la ineficacia de las autoridades y los órganos reguladores de la economía.
Es el caso de Daniel Yu, un norteamericano de ascendencia asiática que vive entre las sombras, emulando a su héroe de cómic favorito, Batman, y del que el diario ABC se ha valido en su dominical para realizar un retrato de esta suerte de subescenario de las mismas alcantarillas de las grandes finanzas del mundo.
La labor de Yu resulta digna de mención tras haber sido su compañía, Gotham City Research, la que ha destapado el fraude de las cuentas de Gowex llevado a cabo desde hacía cuatro años por su presidente, Jenaro García.
Ese precisamente es el objetivo de las compañías 'justicieras' de las finanzas, 'pillar' a los que se están enriqueciendo aprovechándose de la falsedad de unos números con un descuadre en el que nadie parece reparar.
Tras el engaño, la venganza
El propio fundador de Gotham City Research sufrió el engaño de los que inflaron la burbuja de las hipotecas basura, que acabó estallando en 2008 destapando a un personaje, Bernard Madoff, que había amasado una fortuna de 50.000 millones de dólares en falsedades.
Tras esto, decidió cambiar de bando y dedicarse a 'cazar' a los malos de Wall Street. Y de paso, lucrarse con ello.
¿Cómo funcionan estas compañías? Sus procedimientos, en realidad, no pueden ser más sencillos y están en la mano de cualquiera: descargan las cuentas que las empresas hacen públicas desde Internet y las examinan meticulosamente.
La 'táctica del oso'
En este punto sí entra el talento y el olfato del analista, que, si la compañía es un fraude, descubrirá números que no cuadran. En el caso de que así sea, el analista realizará un informe que moverá a lo largo y ancho de las redes sociales y que tendrá una repercusión negativa hacia la empresa estafadora.
Hasta ahí, ni atisbo de beneficio para el 'justiciero'. El lucro lo consiguen combinando este trabajo de análisis con la llamada 'táctica del oso', que consiste básicamente en apostar contra un valor del que se intuye una caída. Así, la empresa de Daniel Yu, antes de publicar uno de estos informes negativos, se encarga de hacerse con acciones 'prestadas' que venden al precio que tengan actualmente con el compromiso de volver a comprarlas. Tras sacar el informe negativo, el precio de la acción cae en picado y la operación se cierra con la cotización por los suelos, ganando la consiguiente plusvalía.
Debido a esto, los 'justicieros' también son foco de la polémica y han sido muy cuestionados por sus intereses económicos. También Daniel Yu, aunque su acierto con Gowex, empresa a la que estuvo siguiendo durante ocho meses, le ha valido el reconocimiento.
Su labor, en realidad, es la que tendrían que desarrollar las auditorías, órganos reguladores y autoridades económicas de un país. Entidades todas estas que acaban enterándose de los grandes fraudes a toro pasado, al igual que las agencias de calificación, que continúan en una posición consolidada en el mercado tras no haber intuido los casos de Enron o Lehman Brothers, a los que atribuían una solvencia máxima.