Al menos 30 muertos por dos bombas en la sede de un partido kurdo en Irak

KIRKUK/TIKRIT Irak (Reuters) - Al menos 30 personas murieron en una doble explosión en las oficinas de un partido político kurdo en la ciudad iraquí de Tuz Jurmato, en el norte del país, dijeron responsables locales y trabajadores médicos.

Fuentes de seguridad dijeron que un coche bomba explotó cerca de la barricada que rodea la sede local de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), antes de que un camión cargado con explosivos fuese lanzado contra un muro.

El ataque es el último de varios en una demostración de fuerza de los insurgentes que han estado recuperando terreno en Irak, y el domingo mataron a 18 personas en dos explosiones similares dirigidas contra las oficinas del UPK en la ciudad de Jalawla.

El Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL por sus siglas en inglés) dijo que estaba detrás de ese ataque y se atribuyó también la responsabilidad de las explosiones del lunes, adjudicándoselas a un suicida cuyo nombre indica que era egipcio.

Otras 185 personas resultaron heridas en las explosiones, cuya fuerza destruyó varios edificios en la zona. Fuentes dijeron que es probable que se encontrasen más cadáveres debajo de los escombros.

Un hombre de 55 años que estaba siendo trasladado a un hospital de Kirkuk en camilla, con sus ropas blancas bañadas en sangre, dijo que volvía del mercado en Tuz Jurmato cuando una de las bombas explotó a unos 200 metros de donde se encontraba."El muro de una de las casas cercanas cayó sobre mi. Me hizo daño en la espalda y las piernas. Empecé a gritar y la gente vino a rescatarme y me sacaron de debajo del muro derrumbado. Todas mis extremidades están rotas".

Tuz Jurmato está a unos 170 kms al norte de la capital, Bagdad, y se ubica en un territorio que tanto el gobierno central como la región autónoma del Kurdistán reclaman como suyo.

Ambos son un objetivo para insurgentes suníes que en los últimos días tomaron el control de dos ciudades importantes, ocuparon un campus universitario en el oeste del país y detonaron una docena de coches bomba en Bagdad. Cerca de 800 personas fueron asesinadas en todo el país solo en mayo - la mayor cifra en lo que va de año - y el año pasado fue el más mortífero para Irak desde que la violencia empezase a decaer tras el auge de 2006-07. Ahmed, un policía de tráfico cuyo cuerpo estaba cubierto de heridas por la metralla, seguía vistiendo su uniforme cuando fue trasladado al hospital de Kirkuk en coche por sus compañeros. "Fue como el Apocalipsis. El humo llenaba el aire. Me caí por la potencia de la explosión y mis compañeros estaban chillando pidiéndome que no me moviera porque estaba malherido. Vi muchos cuerpos en el suelo".