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Nuevas normas de la UE sustituirán gradualmente las ayudas a las renovables

Por Barbara Lewis y Foo Yun Chee

BRUSELAS (Reuters) - La financiación de energías verdes será más complicada bajo las nuevas reglas comunitarias publicadas el viernes y diseñada para sustituir las primas por programas basados en el mercado, en un momento en el que la crisis de Ucrania ha puesto de relieve la necesidad de alternativas a los carburantes fósiles importados.

La Comisión Europea dijo que las directrices, que se irán aplicando de forma gradual, establecen un equilibrio necesario después de un encendido debate sobre el coste de las subvenciones verdes.

"Políticamente, es el mejor equilibrio posible. Estábamos obligados a establecer muchas compensaciones", dijo ante periodistas el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia.

Pero los defensores de las energías verdes, que protestaron fuera de la sede de la Comisión en Bruselas, dijeron que las normas suponen una victoria para la industria y un golpe tanto al sector de renovables como a los consumidores particulares.

Las reglas estarán en vigor desde el próximo 1 de julio y a partir del 2017 todos los estados miembros tendrán que celebrar subastas para apoyar las nuevas instalaciones verdes tras una fase de pruebas en 2015 y 2016.

La idea es sustituir las primas, que tienen poca o nula relación con la realidad del mercado, pero que han impulsado el desarrollo de las energías renovables, con subastas o procesos de puja abiertos a todos los productores de energía verde compitiendo en igualdad de condiciones por fondos públicos.

Tras una intensa campaña de sectores empresariales, la nueva normativa permitirá exenciones en circunstancias especiales, entre ellas las de eximir a industrias intensivas como la química, metalúrgica, papelera y cerámica de colaborar en el pago de la energía renovable.

Eso hace caer la factura en las manos de los consumidores.

Alemania, la principal economía de la zona euro, tiene el mayor interés en las nuevas reglas mientras busca promulgar su "Energiewende", o desplazamiento desde la energía nuclear a la verde.

La Comisión había estado investigando si Alemania ayudaba a sus industrias injustamente al eximirlas de pagar recargos por la energía renovable.

Esta semana, el Gobierno alemán arrancó un compromiso de acuerdo que deja a Berlín margen para fijar normas especiales en sectores específicos. Incluso con estos cambios, el Gobierno alemán prevé que el sector renovable crezca porque el progreso tecnológico ha hecho más competitivas fuentes de energía como la solar y la eólica.

La generación renovable ya representa el 25 por ciento y el Ejecutivo alemán se ha fijado objetivos para incrementar esta cuota hasta el 40-45 por ciento antes de 2025.

El bloque de 28 países de la Unión Europea se ha fijado el objetivo de generar el 20 por ciento de la energía con fuentes renovables de aquí a 2020, algo que probablemente se conseguirá.

Más allá de ese horizonte, el cuadro está menos claro. Actualmente se está debatiendo sobre un objetivo del 27 por ciento para el conjunto del bloque para 2030.

LOS CIUDADANOS "PIERDEN DOS VECES"

Grupos ecologistas y lobbies de renovables están preocupados por el renovado énfasis de la UE en incrementar la seguridad de suministro energético y desengancharse del gas ruso porque la inestabilidad de Ucrania, país por el que pasa el gas, sólo conducirá a un mayor uso del carbón y a esfuerzos para desarrollar gas no convencional (gas de esquisto) en detrimento de las energías renovables.

"Es una completa contradicción de la Comisión, que pide que aprendamos de la crisis de Ucrania y Rusia y luego se entrega a los grupos de presión corporativos", dijo a Reuters Claude Turmes, miembro del Parlamento Europeo representando al Partido Verde.

"Los ciudadanos perderán dos veces: pagarán por las nuevas ayudas a las industrias y seguirán sufriendo de un anticuado sistema energético". La Asociación Europea de Energía Eólica dijo que era apropiado integrar en el mercado a un sector cada vez más competitivo como el eólico, pero que la Comisión debería priorizar la eliminación de todas las subvenciones a los carburantes fósiles. Justin Wilkes, su viceconsejero delegado, dijo que la Comisión estaba "ignorando las obvias distorsiones del mercado que deben afrontarse primeramente, como las de la mayoría de subvenciones que van a carburantes fósiles y a la nuclear".

Las directrices llegan tras un largo debate y numerosos borradores. Un borrador conocido a principios de año podía haber hecho posible subvencionar plantas nucleares sin consultar a la Comisión, lo que levantó fuertes críticas.

Sin embargo, las últimas directrices no incluyen normas sobre las ayudas a la energía nuclear, lo que significa que si los estados miembros quieren financiar tales proyectos deben notificarlo a la Comisión, que estudia las solicitudes caso por caso. La omisión ha sido un golpe para Reino Unido, que quiere emplear avales estatales para ayudar a financiar una planta nuclear que construirá la francesa EDF. El brazo ejecutivo estás investigando si el plan infringe la normativa de competencia comunitaria.

Las exenciones a la industria cubren en total 68 sectores. Como los costes de la energía en Europa superan a los de Estados Unidos, país en el que el gas de esquisto ha reducido los precios, la patronal metalúrgica europea Eurofer se quejó que incluso con las exenciones las empresas europeas se encuentran en situación de desventaja.

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