
Los líderes de la Unión Europea vieron ayer secuestrada su reunión de otoño, que debía haberse centrado en la creación del mercado único digital en 2015, por la cascada de escándalos referidos al espionaje llevado a cabo, presuntamente, por las autoridades estadounidenses.
Pese a lo incómodo del tema, pues nadie quiere ver empañadas las negociaciones con Washington sobre el futuro tratado de libre cambio bilateral, ni enemistarse con su principal socio internacional, las últimas noticias que apuntan a que incluso el teléfono móvil de la canciller, Angela Merkel, ha sido pinchado, han obligado a los socios europeos a pronunciarse.
"Espiarse entre amigos es inaceptable", advirtió ayer Merkel. No puede ser que "haya un espionaje de este tipo, por lo tanto, la verificación de la atención y la protección de los datos personales tiene que estar al máximo nivel", insistió el primer ministro de Italia, Enrico Letta.
En las conclusiones, el asunto ha quedado diluido en una mención a que es importante fomentar la confianza de los consumidores y de las empresas en la economía digital mediante la adopción, el año próximo, de un marco general de la UE para la protección de datos y de la Directiva sobre ciberseguridad, que la Eurocámara endureció esta misma semana incluyendo penas de hasta el 5 por ciento de la facturación anual mundial o 100 millones de euros a compañías como Yahoo!, Google o Facebook si entregan información a terceros.
Urgencia
Desde el punto de vista económico, hicieron un llamamiento a la urgencia de crear un mercado único integrado en materia digital y de telecomunicaciones para 2015, que aporte beneficios a los consumidores y a las empresas, pues la actual fragmentación del mercado constituye un obstáculo.
Para aprovechar todo el potencial de la economía digital, impulsar la productividad y generar nueva actividad económica y puestos de trabajo cualificados, sostienen que Europa necesita inversiones y un marco reglamentario adecuado. "Deben promoverse nuevas inversiones para acelerar la implantación de infraestructuras capaces de alcanzar los objetivos de velocidad de la banda ancha marcados en la Agenda Digital para Europa, y agilizar el despliegue de nuevas tecnologías, como la 4G", indica el texto. En este sentido, el Consejo Europeo acoge con satisfacción la presentación por la Comisión del conjunto de medidas Conecting Europe, pero evitan poner fecha a la aprobación de la propuesta relativa al fin definitivo del cobro por roaming dentro de la UE.