
La Casa Blanca ha defendido este jueves la necesidad de registrar las llamadas telefónicas de los ciudadanos de EEUU, por considerarlo "una herramienta crítica" en el combate al terrorismo.
En declaraciones enviadas a la cadena CNN, un alto funcionario del Gobierno de Barack Obama reaccionó a la información publicada por el diario The Guardian, según la cual la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) recoge a diario registros de millones de clientes de la operadora de telefonía Verizon, en virtud de una orden judicial secreta.
El funcionario, que pidió el anonimato, evitó confirmar expresamente que exista esa orden judicial, pero señaló que "información como la que describe el artículo de The Guardian ha sido una herramienta crítica a la hora de proteger a la nación de amenazas terroristas contra Estados Unidos".
La primera vez
El documento muestra, por primera vez, que bajo la Administración del presidente Obama, se han efectuado registros de comunicaciones de millones de ciudadanos de EEUU de manera indiscriminada y sin tener en cuenta si los autores de las llamadas han cometido algún delito.
La llamada Corte Extranjera de Vigilancia de Inteligencia (Fisa), que es secreta, fue la encargada de conceder el pasado 25 de abril la orden al FBI, con lo que facilita al Gobierno una autoridad ilimitada para obtener datos durante un periodo específico de tres meses, que finaliza el 19 de julio.
En virtud de esta orden judicial, debían ser entregados los números de teléfono de los dos comunicantes, el lugar de la llamada, así como su duración, aunque no el contenido de la conversación.