DACA (Reuters) - Equipos de rescate de Bangladesh dijeron el martes que no tenían esperanzas de encontrar más supervivientes en el complejo de fábricas textiles que se derrumbó, provocando la muerte de cientos de personas, mientras el Gobierno está presionado para mejorar los estándares de seguridad en la construcción.
Al menos 390 personas murieron en el último incidente, que generó preguntas sobre la seguridad laboral y los bajos salarios en el pobre país del sur asiático, que depende de la fabricación de ropa para el 80 por ciento de sus exportaciones.
Representantes de los grandes compradores internacionales de prendas de vestir, algunos de los cuales afrontan críticas en sus mercados locales por hacer poco para cuidar a los trabajadores textiles, principalmente mujeres, se reunieron el lunes con responsables de la industria y acordaron formar un panel conjunto para establecer un nuevo plan de seguridad.
Sin esperanza de encontrar más supervivientes, maquinaria pesada se llevó al lugar para limpiar la masa de cemento y escombros que quedó en el sitio ubicado en el suburbio comercial de Savar, a unos 30 kilómetros de la capital Daca.
Pero la operación avanzaba lentamente para las decenas de familiares que esperaban novedades de sus seres queridos desaparecidos seis días después de que el edificio Rana Plaza, construido ilegalmente, se derrumbó con 3.000 trabajadores adentro.
"¿Para qué usar equipamiento pesado si no pueden encontrar los cuerpos de los muertos?", dijo un destrozado padre quien, como muchos otros, ha estado esperando en la calle cerca del lugar del derrumbe con la esperanza de obtener información sobre su hijo, que trabajaba en una fábrica textil.
Mientras el malestar continuaba por el peor accidente industrial en el país, el dueño del edificio colapsado fue llevado ante un tribunal de Daca el lunes, donde abogados y manifestantes cantaron "cuélguenlo, cuélguenlo".
Unas 20 personas resultaron heridas el martes cuando la policía disparó gases lacrimógenos, balas de goma y utilizó cañones de agua para dispersar a los manifestantes en Savar que pedían la pena de muerte para los dueños del edificio y de las fábricas.
Unas 2.500 personas han sido rescatadas de las ruinas del edificio, que albergaba varias fábricas en los pisos más altos, pero cientos permanecen desaparecidos.
/Por Ruma Paul y Serajul Quadir/