
Grecia vive hoy su primera huelga general del año, en un nuevo pulso de los sindicatos contra los recortes del Gobierno del conservador Andonis Samarás, en un momento en que el desempleo alcanza ya el 27% y en el caso de los jóvenes incluso supera el 60%.
Los dos principales sindicatos del país, Gsee y Adedy, han convocado a una huelga de 24 horas para "repeler las medidas antisociales, inefectivas y contra los trabajadores de un Gobierno autoritario".
Los sindicatos han convocado a sus seguidores a concentrarse en varios puntos céntricos de Atenas, desde donde habrá una marcha hacia la plaza de Syntagma, corazón de la capital en el que se encuentra el Parlamento.
Al paro están convocados también el personal sanitario, los abogados, ingenieros, profesores, empleados de banca, empleados de puertos y aeropuertos, si bien la huelga no será de 24 horas en todos los sectores.
Cancelaciones y retrasos en los aeropuertos
En los aeropuertos, por ejemplo, se esperan cancelaciones y retrasos entre las 04.00 y 07.00 GMT y las 15.00 y 19.00 GMT.
No obstante, habrá servicios mínimos en los hospitales y clínicas, y los medios de transporte urbanos -excepto los trenes de cercanías- funcionarán para permitir a los manifestantes llegar hasta el centro de la ciudad.
Los medios de comunicación habían adelantado la huelga al martes para poder hacer un seguimiento informativo de la jornada de hoy.
La huelga tiene lugar a pocos días de que una delegación de la troika llegue a Atenas para analizar los progresos del programa de reformas al que Grecia se comprometió a cambio del rescate financiero.
Las huelgas ganan fuerza
Las huelgas han ganado fuerza en las últimas semanas, subrayando el descontento de los griegos ante el desempleo récord y los niveles de pobreza. La visita a Atenas del presidente francés, François Hollande, pasó casi desapercibida debido a la huelga de periodistas helenos.
En el norte y centro del país, los agricultores llevan casi un mes protestando por los altos costes de producción y los precios del combustible, bloqueando de forma ocasional el tráfico en la principal autopista norte-sur del país.
"Estamos de rodillas. El país ha sido destruido, la gente joven ha sido destruida", dijo Nikos Papageorgiou, un funcionario de 56 años. "Estoy escandalizado con los europeos y nuestros políticos también. Deberían ir todos a la cárcel", afirmó.
Los analistas señalan que cuando Grecia se aseguró fondos de rescate en diciembre, evitando la bancarrota y poniendo fin a meses de incertidumbre sobre el futuro del país en la zona euro, creó expectativas entre los griegos de que las cosas también mejorarían para ellos a nivel personal.
"Si estas expectativas no se han cumplido para el verano, entonces lo que quede de la clase trabajadora responderá con más protestas", dijo Costas Panagopoulos, jefe de la encuestadora Alco.