El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, expresó este lunes su "pena" al enterarse de que el número de militares norteamericanos muertos durante los cinco años de conflicto en Irak llegó a 4.000, aunque reiteró que está decidido a seguir adelante con esta guerra.
Cuatro soldados norteamericanos murieron en el sur de Bagdad el domingo al estallar un artefacto explosivo, anunció este lunes el comando norteamericano, llevando el número de militares muertos desde la invasión de Irak, el 20 de marzo de 2003, a 4.000, según un balance de la AFP establecido a partir del sitio independiente www.icasualties.org.
La portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, dijo que Bush "lamenta la pérdida de cada vida, desde la primera que se perdió en este conflicto, hasta las que se pierden actualmente". Y añadió: "Es responsable de las decisiones que tomó y también tiene la responsabilidad de continuar insistiendo para tener éxito".
Por su parte, el vicepresidente Dick Cheney, uno de los artífices de este conflicto, dijo que cada muerte era una "pérdida" que debía ser lamentada. "Puede tener un efecto psicológico en el público, pero es una tragedia que vivimos en un tipo de mundo donde esto sucede", afirmó Cheney en Jerusalén, antes de partir hacia Turquía. Por otra parte, unos 30.000 norteamericanos fueron heridos desde el comienzo de la guerra, una tercera parte de los cuales sufren mutilaciones e invalidez.
Este sitio de Internet, basado únicamente en informes publicados, señala que unos 8.000 miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes han perdido la vida desde la invasión, a pesar, de los 12.000 muertos declarados el año pasado por el gobierno iraquí.
Aunque no existe una contabilidad precisa de víctimas iraquíes en este conflicto y esta cuestión es tratada muy pocas veces, las diversas estimaciones van de 80.000 a más de un millón de muertos civiles directamente vinculados a la guerra.
En enero, el Gobierno iraquí y la Organización Mundial de la Salud publicaron estimaciones que iban de 104.000 a 223.000 muertos desde el comienzo de las operaciones militares, en marzo de 2003. Según el sitio independiente Iraq Body Count, la cifra de muertos es de 80.000 a 90.000, 24.000 de los cuales perdieron la vida en 2007.
De acuerdo con un informe de enero pasado de un instituto de investigación británico, Opinion Research Business, el número total de muertos civiles desde el comienzo de la guerra supera el millón. En julio de 2006, la prestigiosa revista médica británica The Lancet había señalado la cifra de 655.000 civiles muertos, por causas vinculadas directamente al conflicto.
El total de las pérdidas de la coalición dirigida por Estados Unidos asciende actualmente a 4.308 muertos: 4.000 norteamericanos, 175 soldados británicos y 133 miembros de otros contingentes, según www.icasualties.org. El mes de noviembre de 2004, que coincidió con el asalto lanzado contra el bastión sunita de Faluya (oeste), fue el más costoso en vidas para el ejército norteamericano, con 137 muertos.
En lo que va de 2008, 96 soldados estadounidenses han perdido la vida, siempre según www.icasualties.org. El contingente norteamericano se eleva actualmente a 158.000 hombres. Unos 2.000 soldados comenzaron a abandonar el país a principios de marzo, en el marco de la retirada anunciada para julio de cinco brigadas de combate.
Además de la delicada cuestión de las pérdidas humanas, el calendario de retirada de las tropas sigue siendo fuente de polémica en Estados Unidos y es uno de los principales temas de la elección presidencial de noviembre.