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Tras 5 años de guerra, miles de iraquíes siguen huyendo de su país

Los estadounidenses conmemoran este miércoles, con un día de adelanto, el quinto aniversario del inicio de la invasión de Irak mucho más preocupados por su economía que por las perspectivas de retirada militar, pese a que en el conflicto ya murieron unos 4.000 de sus soldados.

Cinco años después de las primeras explosiones en Bagdad el 20 de marzo a las 05H30 (el 19 de marzo a las 21H30 en Washington), la guerra sigue siendo objeto de un agitado debate, avivado por la elección presidencial de noviembre.

Los precandidatos demócratas y republicanos a la Casa Blanca se enfrentan sobre la manera de poner término a la operación "Libertad iraquí" emprendida por el presidente George W. Bush, pero entre los propios demócratas también existen discrepancias.

Según extractos del discurso que dará el miércoles en el Pentágono, Bush insistirá en la necesidad de ganar en Irak, pero también advertirá sobre las consecuencias de una retirada precipitada, en momentos en que los demócratas prometen sacar a las tropas si son electos en las presidenciales de noviembre.

"Las respuestas están claras para mí: sacar a Saddam Hussein del poder era la decisión correcta, y este es un combate que Estados Unidos puede y debe ganar", dice Bush según algunas partes del texto difundidas por la Casa Blanca.

También hablará de los "progresos logrados recientemente" y dirá "desde luego que hay todavía mucho trabajo por hacer", añadió.

Pero con la sucesión de malas noticias económicas, muchos estadounidenses tienen otras inquietudes: la seguridad de su trabajo, el precio de la gasolina o las cuentas de sus hogares.

Según un sondeo de Gallup publicado por el diario USA Today, más de tres de cada cuatro estadounidenses estima que Estados Unidos entró en recesión, a pesar de la negativa del gobierno a pronunciar esa palabra.

Aunque objeto de una profunda discordia, la guerra fue reemplazada hace varios meses como preocupación prioritaria de los estadounideses.

Para 42% de los consultados, lo que más contará a la hora de elegir presidente será la economía, contra 21% que puso por delante a la guerra, según un sondeo para la cadena de televisión CNN. En junio de 2007 la situación era la inversa (31% para la guerra en Irak, 23% para la enconomía).

Pero sin duda la guerra seguirá ocupando y dividiendo los espíritus.

Unos 3.990 soldados estadounidenses han muerto en Irak, y el conflicto cuesta cientos de miles de millones de dólares. Y tal vez termine costando tres billones de dólares, según Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía.

Tras la masiva aprobación del comienzo, la mayoría piensa hoy en día que la guerra ha sido un error. Bush, que sabe que la imagen que dejará a la posteridad depende de los resultados en Irak, continuará su esfuerzos por persuadir de lo contrario.

"La historia nos enseña que (la situación en Irak) vale todos los esfuerzos que le dediquemos", dijo el martes el vicepresidente Dick Cheney frente a soldados estadounidenses en la base de Balad, en Irak.

Prefigurando el discurso de Bush, Cheney repitió que habrá seguridad para Estados Unidos y paz en la región, y que los estadounidenses "cumplirán su misión", incluso "si otros empiezan a cansarse".

Se trataba de un ataque a los demócratas y su promesa de retirada.

Ya sea el republicano John McCain, que acaba de viajar a Irak, como los demócratas Hillary Clinton o Barack Obama, el sucesor de Bush deberá tomar una guerra comenzada por otro y decidir qué rumbo le dará.

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