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La América empresarial y emprendedora copa la atención de la convención republicana

Mitt Romney. Foto: Archivo

Con Isaac atormentando a Nueva Orleans justo cuando se cumple el séptimo aniversario del azote de Katrina, los republicanos arrancan hoy desde Tampa, Florida, la convención que confirmará oficialmente a Mitt Romney como el candidato que no sólo plantará cara al presidente, Barack Obama, sino que cuenta con las herramientas necesarias para enderezar la destartalada economía de Estados Unidos.

Tras el retraso de un día debido a las inclemencias metereológicas, la primera jornada de celebraciones culminará con la comparecencia de Ann Romney, fiel esposa del candidato presidencial republicano y el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie. Dos figuras carismáticas que abonarán el arbero político con la economía por montera.

Bajo el título 'Nosotros lo construimos', la mujer de Romney y el polémico gobernador republicano buscarán el apoyo del pulmón económico del país: los pequeños empresarios y emprendedores que a través de sus compañías generan el 30 por ciento de los empleos del país y contribuyen alrededor de 7,8 billones en ingresos del Producto Interior Bruto.

Aquí, en Florida, estado que da cobijo este año a la gran fiesta republicana, los ciudadanos han perdido el 65 por ciento del valor de su patrimonio desde el estallido de la burbuja inmobiliaria a finales de 2007, según datos facilitados por William March, analista del Tampa Bay Times. Un hecho que pone en el centro de la palestra electoral el debate fiscal en EEUU.

Al fin y al cabo, el objetivo de Romney y el partido republicano durante los próximos días está centrado en virar de nuevo toda la atención a la recuperación económica y la creación de empleo. Durante las últimas semanas temas peliagudos como el aborto y el desatino de declaraciones del candidato al senado Todd Akin sobre las "violaciones legítimas" no han hecho más que incrementar las dudas que todavía genera Romney entre parte del electorado indeciso.

El despilfarro republicano

Mientras la recuperación económica es el santo grial que decidirá quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca, los primeros cálculos apuntan que el partido republicano podría desembolsar hasta 73 millones de dólares, de los cuales aproximadamente 18 millones correrían a cargo del contribuyente. No debemos olvidar que el sarao que supone la organización de las convenciones de ambos partidos no es más que una herramienta para recaudar fondos de campaña y dicha tarea implica un importante desembolso.

Con su estatus de organización sin ánimo de lucro que le permite recaudar fondos ilimitados libres de impuestos sin tener que revelar su cuantía hasta octubre, el Comité de Recepción ha recaudado 55 millones de dólares de grandes corporaciones como Microsoft, Target o Chevron, según The New York Times. La factura total del festejo no incluye los 50 millones de dólares que se destinan a cada una de las ciudades anfitrionas para que paguen el costo de seguridad.

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