Este domingo a las 21.30 horas (una hora menos en la España peninsular) se conocerán las primeras estimaciones fiables sobre el resultado de las elecciones anticipadas previstas para este domingo, lo que no tiene por qué traducirse en un gobierno claro. Distintos expertos aseguran que las predicciones son imposibles por el estrecho margen de diferencia entre los dos principales partidos.
Las dos opciones son posibles: una renovación del triunfo por los pelos del conservador Nueva Democracia, o bien, el de la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA), contraria a los recortes.
El vencedor se hará con el bonus de 50 diputados que establece la legislación electoral griega para el partido más votado, lo que le otorga una clara ventaja para la formación de gobierno.
Según el Financial Times, lo que decida finalmente el porcentaje de indecisos, en torno al 10% de los votantes, será lo que decante el resultado a favor de una u otra formación.
Tensión en Grecia
Se trata de la segunda votación después de las elecciones el 6 de mayo, que no lograron llegar a 'cuajar' en un gobierno estable, lo que contribuyó a profundizar a la crisis la unión monetarias.
"He votado con el corazón encogido: espero que nos mantengan en Europa", dijo Orestis Barkas, de 70 años, un abogado jubilado a la agencia de noticias Reuters.
Los colegios electorales griegos cerraron a las 18 (hora española).
"Esta es la última oportunidad para nuestro país".
Muchos atenienses abandonaron la ciudad para votar en sus ciudades de origen, dejando las calles de la capital, tranquilas, con pocas personas disfrutando del sol de verano en las cafeterías al aire libre.
Y es que como informa Karolina Tagaris, de Reuters, muchos votantes parecen estar luchando con su disgusto por el viejo orden y el miedo de las consecuencias de desafiar el resto de Europa y, potencialmente, volver al dracma.
"Es muy difícil tener que elegir entre lo malo y lo peor", dijo Kelly Nerantzaki, de 50 años, una vendedora que emitió su voto a favor de uno de los partidos 'europeistas'
"Desafortunadamente, la única opción realista es votar por aquellos que causaron los problemas del país. No creo que SYRIZA o los partidos pequeños tengan oportunidades: los europeos no los aceptan".
Otros votantes, como Jason Perros, gerente de hotel, opina que "simplemente no podemos seguir así, no podemos seguir votando por los dos partidos que nos trajeron hasta aquí. Necesitamos sangre nueva".
"No veo ninguna otra solución que rechazar a los políticos que nos trajeron aquí de una vez por todas", coincide Theodore Chaliotis, un padre desempleado de 36 años de edad, con dos hijos que votaron por vez primera el pasado 6 de mayo .
Sin incidentes graves
Las autoridades griegas han informado de que la votación se desarrolla sin contratiempos, con pocos indicios de problemas graves, con la excepción de una granada que no explotó y que fue arrojada a las instalaciones de un canal de televisión.
Miedo y repulsa
El analista político griego Konstantinos ha asegurado en una entrevista a la Cadena SER que estas son las "elecciones del miedo". "Hay miedo a la salida del euro, a las propuestas distintas de SYRIZA, a la presión internacional...", apuntaba.
En este punto, existe también un sentimiento de repulsa de la sociedad griega hacia las potencias europeas que parecen implicarse en su decisión en las urnas, como Alemania.
Este sábado, la edición alemana del Financial Times instaba a los griegos a que no emitieran un voto en favor de la izquierda radical, algo que también criticaba el analista: "No es normal que los alemanes digan a quién debe votar la sociedad griega".
"Hay dos mayorías en el pueblo griego: una aplastante contra la austeridad, y otra, también aplastante, por la permanencia en la zona euro a pesar de los recortes. Ambas son difíciles de conciliar", matizaba el citado experto, quien echazaba en la entrevista la comparación con España, y aseguraba no creer que las condiciones de Bruselas a Grecia para los rescates puedan relajarse.
A pesar de la incertidumbre y la especial complejidad del panorama social en el país heleno, Konstantinos esgrimía una sola certeza: "Habrá gobierno, sea como sea, porque la gente no podrá tolerar unas terceras elecciones".
Según el Finantial Times, la necesidad de unas terceras elecciones podría conducir a las finanzas públicas griegas al colapso: el bloqueo político dificultaría la llegada de 1.000 millones de euros de la ayuda de Europa y el FMI en julio, por lo que Atenas no tendría dinero para hacer frente al pago de las pensiones y los sueldos públicos en el próximo mes de julio.
Las negociaciones para formar gobierno y prevenir la catástrofe empezarían el lunes, con los líderes griegos bajo presión para conseguir un acuerdo en 48 horas y 'cerrar' el acuerdo con Europa para conseguir el pago del dinero previsto
La sorpresa de la izquierda radical
Durante la campaña electoral, SYRIZA, que protagonizó la principal sorpresa en las elecciones del 6 de mayo al hacerse con el segundo puesto, ha mantenido su postura de rechazo frontal al memorándum que incluye las contrapartidas del rescate de 130.000 millones de euros aprobado en 2010 por la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, aunque aboga por la permanencia de Grecia en el euro.
"Grecia cambiará el domingo. Dejaré atrás el miedo y la inseguridad y a aquellos que han intentado envenenar a Grecia con miedo e inseguridad, (Antonis) Samaras y (Evangelos) Venizelos", afirmó el líder de SYRIZA, Alexis Tsipras, durante el último gran acto de campaña celebrado el jueves en Atenas, en referencia a los líderes de Nueva Democracia y del Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK), a los que incluso calificó de "terroristas". "Aterrorizad a los terroristas este domingo con vuestros votos", apostilló.
SYRIZA está virtualmente empatado con Nueva Democracia, según los últimos sondeos. Los conservadores han intentado recabar nuevos apoyos con vistas a las urnas con un cambio de postura con respecto al memorándum: ahora defienden su renegociación parcial en lugar de su cumplimiento incondicional.
El objetivo, remoto, es lograr una victoria mayor que la de mayo que les permita formar un gobierno de coalición que acepte las condiciones de los prestamistas internacionales, y que previsiblemente incluiría a la otra gran fuerza política tradicional griega, el PASOK.
El discurso de Samaras se sostiene en que su partido es el único que garantizaría la permanencia de Grecia en el euro. El regreso al dracma supondría, augura, una catástrofe económica. "El dracma supone la muerte inmediata", aseguraba el líder conservador el pasado domingo en declaraciones a la televisión griega.
Por detrás de Nueva Democracia, SYRIZA y PASOK se situarán previsiblemente Griegos Independientes, Izquierda Democrática y el Partido Comunista Griego (KKE), como fuerzas minoritarias contrarias al rescate, según los sondeos. Por debajo del 5 por ciento de los votos podría quedar el partido neonazi Amanecer Dorado, que también logró importantes avances en las elecciones de mayo. En esta ocasión los ultraderechistas apenas superarían el 3 por ciento mínimo fijado por la legislación electoral para entrar en el Parlamento.
Otras 14 fuerzas políticas y 58 candidatos independientes concurren a estos comicios. Un total de 4.873 candidatos se postulan para ocupar los 300 escaños del Parlamento, 2.000 menos que en los comicios de mayo.
Salir del euro, "una catástrofe"
Por su parte, en declaraciones a la BBC, el anterior Primer Ministro griego, George Papandreou ha declarado que estos comicios pueden suponer una quiebra de la eurozona y que una salida helena del euro sería una "catástrofe".
Papandreou ha declarado que Grecia en sí puede suponer un "precedente" para situaciones posteriores en Europa. El gobierno de Papandreou fue el que inició las negociaciones del país heleno con Bruselas y el FMI para el primer rescate. El exlíder del PASOK, ha advertido sobre el peligro de votar al partido de izquierdas SYRIZA y ha recordado que si Grecia abandona el euro significaría una fuga de capitales masiva, un repunte de la inflación y caídas profundas tanto en los salarios de los griegos como en el PIB del país, que podría llegar a ceder más un 20%".
La dura realidad griega
Mientras, la cruda realidad griega es que el paro ha alcanzado un nuevo máximo en el primer trimestre del año, con un 22,6 por ciento de la población activa desempleada, el doble de la media europea, según los datos oficiales publicados por el Gobierno el pasado jueves.
La política de privatizaciones y recortes del gasto público impuesta por los prestamistas internacionales han provocado un incremento de la tasa de paro e incluso han afectado al propio proceso electoral, ya que será una empresa privada, Singular Logic, la que gestionará la recolección, retransmisión y publicación de los resultados oficiales.
Desde el punto de vista técnico, las elecciones se desarrollarán entre las 7.00 y las 19.00 horas y los 9,9 millones de griegos mayores de 18 años tienen obligación de votar. Aproximadamente la mitad de los votantes tiene menos de 30 o más de 65 años y la mitad de la población se concentra en Atenas.
Grecia sopesa las consecuencias de su voto
