
La tensión sigue presente en los mercados y la prima de riesgo de España, medida por el diferencial entre el interés del bono español a diez años y el bund alemán, continúa con las subidas. Hoy ha cerrado en los 424 puntos, un 5,23% por encima del nivel en el que terminó ayer. La deuda de la banca española con el BCE se disparó a 227.600 millones en marzo.
Por su parte, la rentabilidad de los títulos españoles a 10 años se ha elevado hasta el 5,98%, si bien ha llegado a tocar el 6%. Mientras, el coste de asegurar la deuda española contra el impago ha subido a un nuevo máximo. Los CDS a 5 años repuntaban 20 puntos básicos, por encima de los 500 puntos.
De esta forma, el rendimiento del bono español se acerca peligrosamente a niveles que los expertos consideran preocupantes. "De cómo actúe el mercado en este nivel dependerá mucho el devenir a corto plazo de nuestro mercado en particular y del resto en general", indicaba a este diario Miguel Ángel Paz, director de gestión de Unicorp. La cota máxima marcada hasta el momento está en el 6,69%.
España sigue en el punto de mira después de que ayer el BCE advirtiese de que observa "riesgos" que amenazan la sostenibilidad de la deuda de la zona del euro e instó a situarla por debajo del 60% del Producto Interior Bruto (PIB).
A pesar de ello, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, insiste en que España no necesita un rescate, mientras que la Comisión Europea pide a todos los países de la zona del euro que colaboren para salvar a la moneda única. "Nadie ha planteado un rescate y nadie va a plantearlo, ni está en la agenda de nadie. Vamos a seguir con el proceso de reformas. Vuelvo a llamar a la sensatez prudencia y responsabilidad", afirmaba.
Mientras, las críticas a la gestión de la crisis por parte del Ejecutivo popular y a las políticas de austeridad europeas se suceden. Ayer, el diario estadounidense Wall Street Journal afirmaba que Rajoy "debería tomarse en serio el crecimiento" si no quiere ser rescatado.
A su vez, analistas de Bank of America Merrill Lynch afirmaban en un informe que existen razones para que España pida ayuda internacional, entre las que destaca la "vuelta de la confianza".