
los aspirantes a tomar las riendas de la primera economía del mundo precisan del respaldo de ángeles de la guarda con una saneada cuenta corriente que velen por la manutención de su contienda electoral
Todavía estamos lejos de conocer el resultado de las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos sin embargo es evidente que la carrera hacia la candidatura republicana es una competición de elevado coste para sus participantes.
Es por ello que los aspirantes a tomar las riendas de la primera economía del mundo precisan del respaldo de ángeles de la guarda con una saneada cuenta corriente que velen por la manutención de su contienda electoral, especialmente en estados donde el voto independiente juega un papel crucial, como Florida, Ohio, Virginia o Pennsylvania. Precisamente en el estado de las flores, Romney consiguió una clara victoria gracias al desembolso de 15,3 millones de dólares en la emisión de 12.768 anuncios publicitarios, por encima de los 12 millones de dólares invertidos por su máximo adversario en dicha ocasión, Newt Gingrich.
La carrera republicana
Aunque mucho ha cambiado desde aquella contienda y ahora es Rick Santorum quien pisa los talones del exgobernador de Massachusetts, queda claro que detrás de cada candidato existe un fiel ejército de seguidores normalmente capitaneado por una acaudalada figura. Hasta ahora, la relación entre los candidatos políticos y los millonarios del país solía ser un secreto a voces, especialmente por las reglas impuestas por la Comisión Electoral Federal. Sin embargo el panorama ha cambiado drásticamente desde que el Tribunal Supremo levantase el veto para que individuos, sindicatos, empresas y patronales pudieran destinar sumas ilimatadas de dinero a comités de acción políticos que apoyen una ideología pero no directamente a un candidato concreto (Super PACs).
Es por ello que en la actual carrera presidencial, las relaciones con los individuos más adinerados es más importante que nunca. Según el Centro de Política Responsable, las Super PACs han desembolsado hasta el momento alrededor de 42,8 millones de dólares. Esto no sería significativo si ignorásemos el factor que, en general, estos comites de acción política están financiados por millonarios con intereses específicos por apoyar a un candidato determinado. Como la naturaleza de estas agrupaciones no permiten eso, la nueva moda es atacar, con un agresivo grado de anuncios publicitarios, al resto de contrincantes.
Ángeles de la guarda
A comienzos de este mes conocíamos como Restauremos el Futuro, un Super PAC que trabaja en la sombra por conseguir que Romney se convierta en el elegido por el partido republicano, había invertido 30 millones de dólares en los últimos seis meses de 2011 para ayudar implícitamente al exgobernador de Massachusetts.
Entre la lista de contribuyentes se encuentran al menos una decena de multimillonarios, entre los que destaca Julian H. Robertson J, fundador del hedge fund Tiger Management y ahora jubilado, quien destinó un total de un millón de dólares a la agrupación. Entre otros amigos del candidato mormón también se encuentran Robert Mercer, directivo de Renaissance Tecnologies o Paul Singer, el capitán de Elliot Management Corp.
Sin embargo, Romney, cuyo pasado en Wall Street al frente de Bain Capital le proporcionó una jugosa fortuna de casi 202 millones de dólares, no es el único candidato que cuenta con el respaldo de acaudalados multimillonarios. Durante las pasadas primarias en Nevada, Newt Gingrich, cuya campaña parce haber perdido fuelle en las últimas contiendas, contó con un padrino de excepción: el magnate de casinos Sheldon Adelson. Tanto él como su esposa donaron un total de 10 millones de dólares a un Super PAC que vela por la campaña del que fuera presidente de la Cámara de Representantes de EEUU.
Por su parte, Ron Paul ha sabido ganarse la confianza de algunos de los inversores de la guarda de Silicon Valley como Peter Thiel. Gracias a propuestas como abolir la Reserva Federal, Paul ha conseguido que Thiel, uno de los inversores clave en el despegue de Facebook, donase un total de 900.000 dólares al Super PAC, Endosar la Libertad, que respalda la idología del congresista de Texas.
Hasta los candidatos más pobres, y que muchos creían con poco futuro aunque las últimas batallas han demostrado lo contrario, han encontrado a un millonario que apoyase su causa. Es el caso de Rick Santorum y Foster Friess, un millonario cristiano que inyectó más de 331.000 dólares de los 730.000 dólares recaudados por el Fondo Rojo, Blanco y Azul, el Super PAC a favor de la nueva promesa republicana.