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Filipinas busca desaparecidos tras los 650 muertos por el tifón

CAGAYAN DE ORO, Filipinas (Reuters) - Los servicios de emergencia buscaban el domingo a más de 800 personas desaparecidas en el sur de Filipinas después de que inundaciones y deslaves arrastraran casas enteras al mar, causando más de 650 muertos en una zona poco preparada para soportar el paso de los tifones.

Cayagan de Oro y la cercana ciudad de Iligan, en la isla de Mindanao, fueron las más afectadas por el paso del tifón Washi en la madrugada del sábado, enviando torrentes de agua y lodo a las aldeas costeras mientras la gente dormía.

La Cruz Roja Filipina (PNRC, por sus siglas en inglés) dijo que 652 personas murieron en ocho provincias de la región sureña de Mindanao, y que había más de 800 desaparecidos.

"Nuestra oficina se ha visto inundada de peticiones de ayuda para encontrar a parientes desaparecidos, niños y familiares", dijo a los periodistas Gwendolyn Pang, secretaria general de la PNRC.

"Estamos ayudando a coordinar la búsqueda con el Gobierno local, el Ejército, la policía y otras agencias de ayuda", explicó.

Las inundaciones barrieron casas enteras en aldeas costeras cerca de Cagayan de Oro e Iligan.

"Es la primera vez que esto ocurre en nuestra ciudad", dijo Vicente Emano, alcalde de Cagayan de Oro, en una entrevista radial. Afirmó que los funcionarios de la zona no habían recibido alertas adecuadas antes de la llegada del tifón.

La agencia estatal de desastres dijo que se habían emitido advertencias adecuadas a las autoridades y los habitantes tres días antes de la llegada del tifón.

NO DAN ABASTO

Los trabajadores de emergencias y sanitarios apenas daban abasto para lidiar con las decenas de cuerpos que han sido recuperados. Algunos incluso fueron apilados unos encima de otros en las morgues.

"Vi los cadáveres hinchados de mujeres y niños, no menos de 100", dijo a una radio local el vicepresidente Jejomar Binay, mientras visitaba las áreas más devastadas en Cayagan de Oro.

Binay distribuyó paquetes de alimentos y ordenó la reubicación de familias que viven cerca de cursos de agua o bajo laderas.

"Necesitamos bolsas de cadáveres y cal para lidiar con demasiados cadáveres", dijo el general Roland Amarille, que encabezaba un cuerpo del Ejército movilizado para encontrar cuerpos y construir ataúdes.

"Los depósitos locales ya no aceptan cadáveres y están pidiendo a la gente que entierre a sus muertos en seguida, porque hay muchos muertos incluso en los pasillos", agregó.

La mayoría de las víctimas se produjeron en una zona de chabolas en una isla situada entre dos ríos en Iligan.

"Alrededor del 70 por ciento de las casas en la isla fueron barridas al mar", dijo Amarille.

Mindanao, una isla en el sur del archipiélago filipino, es una zona rica en minerales que también produce arroz y maíz, pero que no suele encontrarse en el camino de los alrededor de 20 tifones que cruzan el país del sudeste asiático cada año.

"Esto es un reto para nosotros (...) Tenemos que educar a la gente con este cambio en el clima", declaró Pang. "El volumen de lluvia de un mes cayó en un solo día".

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