Al menos 18 personas han muerto, 35 están desaparecidas y cientos de miles han tenido que abandonar sus casas por las riadas provocadas por el tifón "Nesat", que ha cruzado el norte de Filipinas, indicaron hoy fuentes oficiales.
El tifón, bautizado por los filipinos como "Pedring", penetró ayer en el país con vientos sostenidos de 140 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 170. Ya ha abandonado Filipinas por el Mar de China Meridional hacia Vietnam.
Según el último informe del Centro Nacional de Prevención de Desastres, cinco niños de entre siete meses y 10 años de edad fallecieron golpeados por árboles derribados por el vendaval en distintos puntos del este y el norte del archipiélago.