
China ya cuenta con su primer cajero automático de oro en una céntrica calle comercial de Pekín, pionero de una serie de hasta 2.000 que la empresa propietaria espera poner en funcionamiento en los próximos dos años en el país asiático, que sigue de esta forma los pasos de países como el Emirato de Abu Dhabi.
"La gente en Asia tiene un gusto único por el oro, especialmente en China y la India, y los canales de inversión en China son muy estrechos ahora mismo", dijo el presidente de la compañía Gongmei Gold Trading, Zheng Ruixiang, en declaraciones al diario China Daily.
Monedas y lingotes
El cajero contiene 320 lingotes, además de monedas de oro, y tiene un límite para cada transacción fijado en 2,5 kilos o lingotes valorados en un millón de yuanes (115.540 euros, 156.295 dólares) según los precios del mercado, que actualiza cada 10 minutos.
Cada lingote lleva un código incorporado para ser reconocido por el cajero, que podrá detectar el tipo de producto solicitado y determinar su precio.
La puesta en marcha del cajero, el pasado fin de semana, fue algo accidentada porque el mismo día en que comenzó a operar fue necesario suspender su servicio por no poder emitir recibos, aunque sus responsables esperan que esté listo para las vacaciones por el Día Nacional de China del próximo 1 de octubre.
2.000 cajeros en dos años
Más allá de los problemas técnicos, la compañía confía en que sea un éxito en China, el segundo mayor consumidor mundial de oro por detrás de la India, que se une al exclusivo club que cuenta con este tipo de cajeros, en el que también están Alemania, Estados Unidos, Italia y los Emiratos Árabes Unidos.
En los próximos dos años, la empresa tiene previsto instalar entre 1.000 y 2.000 cajeros de este tipo en todo el país, señaló la agencia oficial Xinhua, que operarán de forma independiente o en cooperación con bancos, establecimientos de oro y clubes exclusivos de alto nivel.
Según el Consejo Mundial del Oro, la demanda de inversión en oro podría alcanzar las 200 toneladas métricas este año en China, por encima de las 187 toneladas métricas de 2010, cuando aumentó un 70 % interanual.