
Las revueltas que desde principios de año se están provocando en varios países árabes han dejado al descubierto las grandes riquezas con las que cuentan sus mandatarios, que se presenta repartida en varias entidades bancarias a lo largo de todo el mundo, manteniendo a buen recaudo sus fortunas. Las fuerzas rebeldes llegan a Sirte
Los bancos suizos son los que más fondos tienen albergados. Entre ellos destacan los del Gobierno de Ali Abdulah Saleh, ya que al menos 500 millones de euros han sido transferidos desde Yemen a varias entidades suizas, sin olvidar que se trata de uno de los países árabes más pobres.
Por su parte, Bashar al Assad transmirió el pasado mes de abril un total de 40.000 millones de euros a la banca en Suiza, por lo que algunos calculan que su fortuna podría ascender a los 45.000 millones, según recoge ABC.
Por su parte, también son varios los dictadores árabes que han optado por trasladar parte de sus bienes a bancos británicos, como es el caso de Muamar Gadafi, cuya fortuna podría rondar los 110.000 millones de euros.
En 2010 al menos 1.000 millones de euros fueron transferidos desde Libia a cuentas del HSBC, aunque ya en 2009 alrededor de 800 millones se habían enviado a varios bancos también en Suiza. Cuenta además con multitud de participaciones en empresas petroleras italianas.
Casos de corrupción
Gran parte de estas riquezas obtenidas a lo largo de las décadas en el poder se deben a la corrupción y los sobornos que han ejercido en el cúpula del Gobierno. De aquí parte el caso de la familia Mubarak, que exigía el pago de una comisión del 20% a las arcas de una empresa del clan a todos aquellos que pusieran en marcha un negocio en Egipto.
Es por ese motivo que muchos son los que han cifrado su riqueza en más de 50.000 millones de euros, sin embargo varios sectores apuntan a que se exagera al hablar de su dinero, que rondaría en realidad los 4.000 millones.
En una situación similar se encuentra Ben Alí, cuya fortuna ronda los 5.700 millones cosechados a base de una intrincada red mafiosa que permitía el control del 40% de la economía de Túnez, según cables filtrados por Wikileaks.
A parte de estas cifras en diferentes entidades bancarias occidentales, muchas de ellas bloquedas debido a las revoluciones y derrocamientos de los líderes, son también numerosos los inmuebles, acciones, y propiedades que albergan estas grandes fortunas árabes.