
La Comisión de Tasas del Gobierno japonés planea proponer la elevación de los impuestos para financiar las tareas de reconstrucción de las áreas devastadas a causa del terremoto y posterior tsunami del pasado 11 de marzo durante los próximos diez años a partir del año fiscal 2012, según han informado fuentes gubernamentales.
La comisión presentará un paquete de opciones centradas en los ingresos y en el incremento de los impuestos sobre las empresas a finales de esta semana, según las previsiones que maneja la agencia de noticias nipona Kiodo.
El Gobierno ve con buenos ojos la aprobación de dicho incremento con la coalición liderada por el Partido Democrático de Japón (DPJ) antes de que finalice el mes, pero podría encontrarse con dificultades a causa de la oposición de varios miembros del DPJ a cualquier aumento de los impuestos.
Nueva política energética
Por su parte, el primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, ha anunciado que el Estado definirá de aquí al verano de 2012 una nueva política energética a largo plazo, repensando totalmente su estrategia tras el accidente nuclear.
Durante su discurso de política general, Noda ha señalado que Japón debe fijarse como objetivo "reducir todo lo posible la parte de electricidad de origen atómico" en beneficio de energías renovables para ser un modelo a nivel mundial en este tipo de energía. "Vamos a partir de una página en blanco y presentar de aquí al próximo verano un nuevo plan estratégico con el horizonte de 2030", ha declarado.
El sentimiento antinuclear ha cuajado o se ha acentuado en los últimos meses en Japón, desde la catástrofe nuclear en la central de Fukushima. La mayoría de los japoneses es partidaria de adoptar otras políticas energéticas para sustituir gradualmente su dependencia de las nucleares.