
La Oficina de Lucha Antifraude de la Comisión Europea (OLAF por sus siglas en inglés) ha concluido, en una investigación interna, que el eurodiputado 'popular' Pablo Zalba, que se vio inmerso en un escándalo de sobornos a cambio de influir en la legislación comunitaria en marzo pasado junto con otros eurodiputados, no ha cometido fraude y ha decidido cerrar el caso.
El diario británico Sunday Times implicó a Zalba en el escándalo de sobornos, junto al eurodiputado conservador austriaco Ernst Strasser y el socialista esloveno Zoran Thaler, que ya han dimitido del cargo tras ser acusados en su caso de aceptar sobornos de 100.000 euros al año a cambio de influir en la legislación comunitaria.
Por su parte, el cuarto eurodiputado salpicado por el escándalo, el socialista rumano Adrian Severin no ha dimitido de su acta como eurodiputado, aunque ya ha sido expulsado de su grupo en la Eurocámara.
No aceptó sobornos
En el caso de Zalba, al que defendió su grupo parlamentario en la Eurocámara desde el primer momento, alegando que su caso era "distinto" porque no llegó a aceptar ningún soborno de los periodistas del diario británico que se hicieron pasar por representantes de 'lobbys', OLAF concluye ahora "que no se requieren más acciones" y confirma su decisión de cerrar la investigación y el caso del eurodiputado español.
"En base a los resultados de la investigación, el secretario general de OLAF ha decidido cerrar el caso", ha confirmado el propio secretario de la oficina antifraude europea, Giovanni Kessler, en una carta, fechada el 12 de mayo y dirigida al propio Zalba, a la que ha tenido acceso Europa Press.
OLAF, que abrió una investigación al eurodiputado español el pasado 28 de marzo para determinar si había "aceptado pagos a cambio de promover los intereses de una compañía privada en el proceso de tramitación legislativo", comunicará al presidente de la Eurocámara, Jerzy Buzek, de cerrar el caso sin necesidad de que se impulsen "acciones ulteriores".
La oficina antifraude comunitaria ha cerrado el caso tras investigar la información aportada por el diario británico, las imágenes de vídeo que grabaron los periodistas encubiertos de las reuniones que mantuvieron con Zalba, que le reclamaron que introdujera una enmienda a su medida en una ley que se debatía en la Eurocámara, así como la correspondencia y correos electrónicos intercambiados, así como la información aportada por el propio eurodiputado, incluidos los correos electrónicos que intercambió con sus asesores legales y responsables del 'Sunday Times'.