
Las fuerzas de seguridad yemeníes abrieron fuego contra grupos de protesta que bloqueaban un edificio gubernamental el lunes, matando a un comerciante y dos manifestantes en una ciudad que ha sido testigo de las mayores manifestaciones para derrocar al presidente Ali Abdullah Saleh, dijeron varios testigos.
Este último episodio de violencia se produce mientras el principal grupo de oposición del país de la península arábiga esperaba que los estados del golfo Pérsico pudieran reavivar un acuerdo para que Saleh abandone el poder en un mes.
Efectivos de seguridad, algunos en vehículos blindados, intervinieron para sofocar la protesta en la ciudad de Taiz, al sur de la capital, Saná.
Protesta contra Saleh
Saleh, que se niega a firmar el acuerdo de transición, se ha aferrado al poder durante tres meses de protestas callejeras, que han reunido a decenas de miles de personas y a pesar de que muchos de sus aliados le han abandonado, incluyendo a un general que apoya a los manifestantes.
"Una amplia fuerza policial y militar atacó a los manifestantes y luego les persiguió por las zonas residenciales. Abrieron fuego y usaron gases lacrimógenos en exceso", dijo Bushra al Maqtari, un activista en Taiz.
Un comerciante dueño de un pequeño quiosco murió por una bala perdida, y dos manifestantes murieron abatidos por disparos en medio de un fuerte tiroteo, mientras las fuerzas de seguridad intentaban dispersar una protesta cerca del Ministerio de Educación, según dijo un médico que atendía a los heridos.
Miles de manifestantes en Taiz corearon consignas contra Saleh y exigieron el aplazamiento de los exámenes escolares, al tiempo que se producían protestas en otras partes del empobrecido país, que Saleh gobierna desde hace casi 33 años.
Se informó de enfrentamientos en la ciudad portuaria de Hudaida, en el mar Rojo, donde las fuerzas de seguridad irrumpieron en un campus universitario, hiriendo a seis personas, según activistas. Otras seis resultaron heridas en los disturbios en la provincia de Dhamar, al sur de Saná.
Fuerzas de oposición
Estados Unidos y el gigante petrolero vecino, Arabia Saudí, quieren que el punto muerto de Yemen se resuelva para evitar un caos que pueda permitir al ala yemení de Al Qaeda actuar con más libertad. Pero por ahora ninguno ha logrado tener éxito en sus esfuerzos de mediación.
La coalición opositora yemení, que incluye a islamistas e izquierdistas, indicó que siguen teniendo esperanza en que sus adinerados vecinos del golfo Pérsico, que el martes se reúnen en una cumbre en Riad, puedan volver a poner sobre la mesa el acuerdo para poner fin a la crisis.
"La iniciativa del Golfo es la última iniciativa con la que puede trabajar la oposición. Estamos esperando a decisiones de la cumbre del Golfo, y en función de eso tomaremos una decisión", dijo Sultan al-Atwani, uno de los líderes de la oposición.
La oposición ha dicho que el trato, que Saleh se negó el 30 de abril en un cambio de opinión de última hora, se modificó para que Saleh firmara como líder de partido, y no como presidente, como él exige. Pero Atwani dijo que la oposición no acepta esos cambios.
Muchos manifestantes en todo Yemen, incluidos estudiantes, miembros de tribus y activistas, han prometido seguir en las calles hasta que Saleh dimita. Unas 150 personas han muerto en las revueltas.