
El ministro de Presidencia portugués, Pedro Silva Pereira, ha anunciado que el Gobierno luso transmitirá oficialmente y por escrito a la Comisión Europea (CE) su petición de ayuda a lo largo del día de hoy.
En una intervención ante la prensa después de la celebración del Consejo de Ministros, Silva Pereira subrayó que no se sabrá el montante de este rescate hasta que comience la negociación con las instituciones europeas.
Se cree que se podrían necesitar unos 75.000 millones de euros en préstamos, sin embargo Pereira cree que "no es el momento de decir las cantidades, ni tampoco las condiciones -a las que será concedida esta ayuda-".
El primer ministro portugués, el socialista José Sócrates, anunció ayer que el país ha decidido solicitar la ayuda de la Comisión Europea para resolver sus problemas financieros, con lo que sigue el camino emprendido en 2010 por Grecia e Irlanda.
Silva Pereira destacó, asimismo, que Portugal se encuentra ahora con un gobierno en funciones, tras la dimisión de Sócrates el pasado 23 de marzo por el rechazo a su último plan de austeridad en el Parlamento, por lo que en las conversaciones con la UE se deberán "tener en cuenta las limitaciones" actuales del Ejecutivo.
Negociaciones en plena precampaña
La negociación entre Lisboa y Bruselas se producirá en un contexto de precampaña electoral en Portugal, que celebrará elecciones legislativas el próximo 5 de junio.
"La CE ya transmitió que está enteramente disponible para colaborar con Portugal y para que el proceso discurra con celeridad", aseguró Silva Pereira.
El ministro de Presidencia luso también apuntó que Bruselas está "en condiciones de enviar en un plazo breve de tiempo una delegación de la Comisión y del Banco Central Europeo para iniciar ese diálogo".
Portugal acabó ayer por recurrir al rescate financiero, después de varios meses bajo la intensa presión de los mercados, que penalizaron su deuda soberana en el mercado secundario con tasas de interés muy elevadas, las más altas desde la entrada en vigor del euro.
La ayuda a Portugal puede suponer una inyección de entre 75.000 y 90.000 millones de euros, según publicaron hoy medios lusos.