¿Qué pueden tener en común el cineasta George Lucas, el banquero David Rockefeller y el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg? Todos forman parte del grupo de 30 multimillonarios estadounidenses que se han comprometido a donar el 50% de su fortuna a la caridad, por medio de la campaña The Giving Pledge, creada por Bill Gates y su esposa Melinda, e impulsada por el popular inversor Warren Buffett.
Este proyecto pretende recaudar unos 600.000 millones de dólares para obras sociales, gracias a las donaciones de gente como el fundador de Oracle, Larry Ellison, el expresidente de Citigroup, Sanford Weill y su esposa Joan, Barron Hilton, copresidente de la mítica cadena hotelera o Ted Turner, creador de CNN y actual vicepresidente de Time Warner.
Bill y Melinda Gates lanzaron la campaña The Giving Pledge (La promesa de donar) en junio para convencer a los cientos de ricos que viven en Norteamérica de que dediquen gran parte de su fortuna, ya sea en algún momento de su vida o a su muerte, a la filantropía, y que dejen constancia pública mediante una carta publicada en la web del proyecto.
Esta promesa no implica aportar ningún dinero, sino que simplemente exige a los multimillonarios un compromiso moral de que donarán su patrimonio cuando llegue el momento.
Buffett a la caza de filántropos
Uno de los primeros que se comprometió con esta causa fue el conocido y millonario inversor Warren Buffett. No es extraño, si tenemos en cuenta que en 2006 el magnate hizo pública su promesa de donar el 99% de su fortuna, forjada mediante su holding Berkshire Hathaway, a la Fundación de Bill y Melinda Gates.
Esta Fundación, dedicada a proyectos de caridad, ya cuenta en sus arcas con más de 28.000 millones de dólares aportado por el propio matrimonio Gates. Desde que comenzó su actividad en 1994, ha invertido más de 22.000 millones de dólares en proyectos para mejorar las condiciones sanitarias en países pobres y dentro de EEUU para apoyar a ciudadanos que necesitan las oportunidades de formación y laborales necesarias para triunfar.
Tanto Buffett como los Gates llevan un año de intensa campaña, y han ofrecido cenas a un par de docenas de ricos para tratar de captar adeptos filántropos que se comprometan con esta causa.