Promover la autonomía de cada asesor y ofrecerle herramientas de formación y ?coaching? que consigan su crecimiento profesional son dos de los factores que más atraen a los agentes que trabajan en las agencias inmobiliarias en la actualidad.
El buen funcionamiento y la permanencia en el mercado de las agencias inmobiliarias que operan bajo el paraguas de una franquicia no sólo depende de la capacidad de gestión de cada franquiciado, sino del talento de los agentes de los que se rodee.
Agentes que si antes perseguían un incentivo económico a la hora de elegir a qué marca unirse, ahora tienen en cuenta otros factores. ?El cambio en la concepción empresarial y comercial hacia una visión del equipo como modelo de éxito hace que para atraer a los mejores perfiles y lograr una mayor productividad, el incentivo económico no sea el único factor a tener en cuenta, ni mucho menos el más importante?, explica Ricardo Sousa, CEO de Century 21 para España y Portugal.
Aunque las comisiones económicas siguen siendo relevantes, los agentes inmobiliarios buscan, según Century 21, otro tipo de incentivos que no sólo tienen que ver con el dinero.
En esa lista figura el hecho de contar con un líder fuerte y una visión clara del proyecto de la empresa; con una marca que tenga una buena reputación, construida en base a la confianza, honestidad y consecución de resultados; un buen marketing -una marca destacada y con una presencia sólida en el mercado global y local-; una tecnología que lo aproxime a sus clientes -web, redes sociales...-; una formación y coaching para el desarrollo de competencias; y un apoyo administrativo para prestar a los clientes un servicio completo y de calidad.
Todas estas claves se resumen, según apunta Sousa, en la autonomía, como la necesidad de conducir nuestra propia vida; el dominio, identificado en el deseo de ser cada vez mejores en algo que nos importa; y el propósito o la aspiración de lograr algo mayor que nosotros mismos.
Y es que el futuro de la mediación inmobiliaria pasa -matizan fuentes de Century 21- de un modelo office-centric, donde el gerente o dueño del negocio es el responsable de la actividad en todos los aspectos, asumiendo el riesgo financiero que supone los costes de la agencia e infraestructura y creando una relación de dependencia laboral con el equipo sobre el cual ejerce un control estrecho en su actividad diaria, hacia un modelo agent-centric, implantado en los mercados inmobiliarios más maduros y que se define por la mayor autonomía del asesor inmobiliario que comparte el riesgo del negocio y el riesgo financiero, cobra comisiones más elevadas sin valores fijos y gestiona su tiempo disponible de forma eficiente y rentable para su propio beneficio.
?En Century21 España, sabemos que el concepto a seguir es un híbrido que encuentre el equilibrio entre un modelo agent-centric-client-centric?, explica Sousa. Se trata de establecer ?una relación de interdependencia de los equipos con la marca donde todos comparten de manera intrínseca los objetivos de la empresa?, concluye.