Tras ocho años de trayectoria en el mercado español, la cadena de restauración Brasayleña está a punto de hacer frente a un nuevo reto: abrir en la Plaza Mayor de Madrid su primer local a pie de calle.
Con 23 establecimientos operativos -12 propios y 11 en franquicia-, Pedro López, director general de Brasayleña, explica a elEconomista Franquicias y Emprendedores, que el plan de la enseña es seguir creciendo en España y empezar a mirar más de cerca las propuestas que les llegan desde el extranjero, principalmente de Europa y el Norte de África. Planes que se unen a los cambios que la cadena ha llevado a cabo en los últimos meses: una nueva imagen de marca para sus establecimientos y el control de la gestión de la franquicia por parte de la matriz -hasta hace dos meses estaba en manos de una empresa exterior a Brasayleña-.
Brasayleña nace en 2008. ¿Qué ha cambiado desde entonces?
Todo. Hemos mantenido la esencia. Brasayleña empezó siendo y sigue siendo una casa de comidas brasileñas. No nos hemos desvirtuado. Somos lo que somos y fieles a nuestro concepto. En estos años hemos notado también la fidelidad del público. Ya no somos una cadena tan joven, prueba de ello es que estamos dando de comer al adolescente que hace años era un niño y venía a comer a Brasayleña con sus padres. Ahora bien. En todo lo demás ha habido un cambio evolutivo. Brasayleña ha ido evolucionando a razón de la situación de su entorno y de su crecimiento, por ejemplo en empleos o en la gestión de los locales. También nos hemos equivocado y hemos aprendido a no volvernos a equivocar.
¿Cuál es la radiografía actual de Brasayleña?
Ahora mismo tenemos 12 locales propios y 11 franquicias en distintos lugares de España como Galicia, País Vasco, Cataluña, Comunidad Valenciana, Valladolid, Málaga y, sin duda, el grueso fuerte en Madrid.
¿El plan es mantener el equilibrio entre locales propios y franquiciados más o menos al 50 por ciento?
Eso depende más del mercado que de nuestras intenciones. Nosotros queremos seguir abriendo locales propios en aquellas ubicaciones que nos gustan.
Como la Plaza Mayor, donde estáis a punto de abrir...
Sí. Ese local está en zona 1, donde es muy difícil conseguir licencia y este ya la tiene. Lo segundo es que tiene una superficie adecuada; a nosotros nos gustan los locales entre 400 y 500 metros cuadrados; y lo tercero es que tiene una renta a la que según nuestros cálculos podremos hacer frente. Cuando me preguntan que por qué no habíamos abierto antes un local a pie de calle la respuesta es clara: porque no habíamos encontrado nada que nos gustara o porque pedían alquileres que no se ajustaban.
¿El de Plaza Mayor es la antesala a nuevos Brasayleña a pie de calle?
Se puede haber generado la sensación de que Brasayleña estaba asociada a los centros comerciales, pero tampoco ha sido nada premeditado. Es verdad que tenemos muy buenas ubicaciones en centros comerciales por lo que la cadena ya nos pide tener que irnos a la calle. Si estamos en ocho de los diez centros comerciales de Madrid clase A, obviamente si queremos hacer un crecimiento tiene que ser en calle.
¿Qué previsión de aperturas tenéis para este año?
Con el de Plaza Mayor llegaremos a 24. Si todo sale según lo previsto, estaremos entre cinco y seis aperturas. Pero a nosotros no nos gusta hablar de previsión de aperturas porque creemos que eso al final lo único que genera es presión. Además, una vez que contestas a esa pregunta has de salir a montar locales, y montar locales al retortero creo que es una absurdez. De hecho, creo que es uno de los grandes problemas que tienen algunas cadenas, que se generan tanta presión que acaban por coger ubicaciones que no les convencen del todo. Yo prefiero hacer un análisis de la situación actual por ejemplo, decidir si queremos seguir creciendo sin apalancamiento, estar seguros del emplazamiento de cada nuevo local.
¿Qué conclusiones extraes de ese análisis de la situación actual?
Hemos notado que gustamos mucho al cliente extranjero y que los turistas valoran mucho nuestra relación calidad-precio.
¿Significa eso que Brasayleña podría salir fuera de España?
Por supuesto. Con el número de locales que tenemos, entendemos que la cadena puede desarrollarse mucho más en España. Pero no se nos olvida que en Europa estamos posicionados como la cadena número 1 de rodicios. No existe otro establecimiento como Brasayleña. Hemos tenido propuestas, pero aún no hemos encontrado el proyecto que realmente quiera hacer el desarrollo de varios establecimientos con un plan específico de crecimiento. Si sale un proyecto interesante y bonito con un masterfranquicia vamos a darle todo el apoyo, pero tenemos que encontrarnos con esa situación. Hasta ahora hemos tenido propuestas de locales sueltos.
¿Cuáles serían los mercados prioritarios fuera de España?
Europa y el Norte de áfrica, como Marruecos y Egipto desde donde ya nos han llamado. Ahora tenemos que retomar algunos proyectos que se han quedado un poco parados al retomar el control de la franquicia, aunque no creo que sea este año. En 2016 ya vamos bastante apretaditos.
¿Qué ha supuesto recuperar ese control?
En 2010 surgió la posibilidad de crecimiento a través de franquicia. Para nosotros era una propuesta muy suculenta porque queríamos seguir creciendo, pero no teníamos capacidad de estructura para crecer sólo con locales propios. Como no teníamos la capacidad de desarrollar ese proyecto y tuvimos la propuesta por parte de una empresa de hacerlo para nosotros, así lo hicimos. Mientras, nosotros seguimos desarrollando nuestro crecimiento a través de locales propios. Ahora, tras seis años en esas condiciones, entendíamos que era el momento de traer Brasayleña franquicia junto con Brasayleña locales propios para aunar todo en una misma estructura y desarrollar un trabajo más eficiente de cara al franquiciado presente y futuro. En resumen, en 2010 desarrollar la franquicia era como un mundo? Ahora, con la estructura que tenemos, podemos introducir la franquicia de una forma muy sencilla.
El otro cambio es el de la nueva imagen. ¿Por qué este cambio?
Nosotros siempre decimos que deben ser cuatro patas las que sujeten la hostelería. Lo llamamos las cuatro patas de una mesa. Una es la ubicación. Tenemos que aceptar que nosotros no somos un local destino, así que debemos estar en zonas de tráfico y comerciales. Otra es la relación calidad-precio. Debemos tener una relación correcta entre el producto que damos y lo que cobramos. Otra es el servicio. Hoy por hoy tenemos que dar un servicio correcto, con gente cualificada y con formación, y ajustarlo a tus volúmenes. No se puede abusar y tener personal para atender a 80 personas cuando te vienen 100, porque eso va a afectar al cliente y lo vas a pagar a la larga. El cuarto punto es la imagen. Hoy, hay que tener una imagen adecuada y actualizada. En la restauración organizada y en este caso específico de servicio en mesa tienes que estar actualizado, tanto en imagen externa, como a nivel de menaje. No puedes parar. Hemos apostado por una decoración atemporal, que no esté vinculada a nada en especial. Sí hemos apostado por materiales nobles y por el jardín vertical que da mucha elegancia y sí nos hemos fijado en restaurantes independientes del centro de las ciudades.
¿Qué condiciones pedís a vuestros franquiciados?
Un canon de entrada de 40.000 euros y locales con una superficie media de entre 400 y 500 metros cuadrados, aunque podemos estudiar superficies más pequeñas, por ejemplo de 350 metros cuadrados. Calculamos que la inversión es de 1.200 euros el metro cuadrado.
¿Cuál es el perfil del franquiciado que buscáis para vuestra expansión?
Seamos claros. Cuando una persona viene a vernos para montar un Brasayleña no estamos hablando de autoempleo, porque la inversión ronda los 400.000 euros de media. Suele ser un perfil más bien de empresario, de inversor. Eso sí, aunque entendamos que no va a estar en la explotación del negocio día a día nos gusta que entienda que esto es un negocio con una cuenta de pérdidas y ganancias, controlar al personal que está al frente de su establecimiento.
¿Qué visión tenéis de la franquicia?
Creemos en la franquicia y nos gusta el crecimiento a través de ese modelo. Nos gusta montar locales de franquicia, pero no a cualquier precio. Buscamos la excelencia. No queremos entrar en el juego del low cost. Por esa razón cuidamos nuestra imagen, la presentación de nuestras guarniciones, los uniformes de nuestro personal? Son pequeños detalles, pero son muy importantes para desmarcarnos para que no haya confusiones. Parece un tópico, pero sí se puede hacer.
¿Cuál es el público objetivo de vuestra marca?
Nuestra horquilla llega a todas las edades. Tenemos un abanico de público impresionante. Desde ejecutivos a jóvenes, familias, eventos. Hemos tenido bodas, bautizos, comuniones.