Cambiar la bata de médico por el delantal de hostelero es una decisión difícil de tomar. Sólo un emprendedor, con un sueño y las ideas muy claras, es capaz de hacerlo para levantar un negocio de éxito. Este es el caso de Andoni Goicoechea, un venezolano con orígenes vascos, que en dos años se ha convertido en el rey de los restaurantes especializados en hamburguesas de autor. El trato cercano y una gran estrategia en redes sociales son algunos de los ingredientes de la fama de Goiko Grill. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Franquicias y Emprendedores
¿Qué hace un médico al frente de una de las hamburgueserías más famosas de Madrid?
Me estaba graduando en Venezuela y decidí venir a España para trabajar como médico interno residente de geriatría en el Hospital de La Paz. Cerca del centro había un bar que solía frecuentar, pero cerró, y entonces decidí alquilar el local y abrir un negocio de hamburguesas. Al principio compaginaba ambos trabajos, pero era muy complicado, así que me lo pensé y decidí renunciar al hospital para meterme de lleno en el restaurante. En un principio, el concepto iba a ser el de una hamburguesa callejera, pero al final es más gourmet. De esta forma, empezamos a cuidar más el negocio y la facturación aumentó rápidamente.
¿Las redes sociales tienen mucho que ver en este crecimiento?
Nuestra filosofía se basa en ser una hamburguesería y una empresa familiar, sin buscar volvernos ricos. Por ejemplo, inauguramos los locales, pero no los hacemos públicos, tan sólo por redes sociales, desde donde respondemos siempre a nuestros clientes. Además, cada establecimiento es distinto y tiene una hamburguesa específica.
¿A qué tipo de usuarios se dirigen?
Suelen ser personas de entre 25 y 45 años, de clase media-alta que buscan un restaurante casual, aunque también vienen muchas familias. El precio medio es de 15,30 euros. Por otro lado, tenemos 45.000 clientes al mes con los locales actuales y más del 30 por ciento de las ventas procede de la hamburguesa Kevin Bacon.
No pretenden hacerse ricos, pero tienen un fuerte plan de expansión, ¿en qué consiste?
Ahora mismo tenemos ocho Goiko Grill, un Goikito y un Txurri. El Goikito está en Ciudad Universitaria y está enfocado a la recogida de comida para llevar a casa, mientras que el Txurri es un tipo de cocina más sana. Por otro lado, a partir de marzo de este año tenemos pensado abrir local en una segunda ciudad y más adelante, en una tercera. Es posible que lleguemos antes a Sevilla y Valencia que a Barcelona, ya que en la Ciudad Condal hay una oferta de hamburguesas muy grande, como ocurre en Madrid. De ahí que tenga más sentido ir a Sevilla. De hecho, del sur nos llaman mucho porque lo quieren franquiciar, pero nosotros no queremos. Todo el crecimiento a partir de ahora va a ser propio.
Entonces, ¿no os habéis planteado franquiciar el modelo más allá de los locales donde sí lo habéis hecho?
Queremos crecer más tranquilamente e internamente. Lo que nos frena es el staff, no siempre tenemos personal suficientemente entrenado. Además, a nivel de franquicia se puede descuidar muy rápido el concepto, ya que no creen en lo artesanales que son los procesos aquí.
¿Opina que el interés gastronómico por las hamburguesas responde a una moda pasajera?
Es una moda como lo han sido las pizzas. La hamburguesa goumet es tendencia en el mundo desde hace tiempo, pero aún no ha llegado a su punto más alto. Así, este tipo de preferencias suelen durar entre 20 ó 30 años.
Otra tendencia empresarial es copiar, ¿no le da miedo que imiten su modelo de negocio?
Siempre vamos un paso adelante, aunque cuanto más crecemos es más difícil cambiar. Hemos detectado muchos restaurantes que nos copian, pero cuando nos empiezan a plagiar nosotros ya estamos en otra. También sentimos orgullo al ver que nos copian, puesto que es sinónimo de que nos va bien, y mientras sea así, no nos da miedo que el resto de competidores tenga éxito.
Por otro lado, ¿ha sido difícil emprender en España?
Fácil no ha sido, pero sí bastante más que en Venezuela. Emprender en España depende más de ti mismo que del resto. Si uno quiere emprender lo puede hacer sin dificultad, ya que la ley laboral no es tan estricta.
¿No le echó para atrás la situación de crisis económica?
A todo el que se lo decía, me llamaba loco; pero invertir dinero con la seguridad de tener otro trabajo era más fácil. Creo que todo el mundo debería tener el motor de inventar algo, ya que emprender es realizar cosas diferentes a lo que se hace en el día a día.
¿Qué valores debe tener un emprendedor?
Mi valor principal es tener principios morales. En esta empresa nadie se quiere hacer rico, lo que más placer nos da es que con una buena calidad, eficiencia y buen rollo, secundariamente estemos haciendo dinero. Ahora bien, para emprender hay que ser agresivos, pero conservadores. Por último, también es importante ser visionario.
¿Dónde se ve en un futuro?
Cuando abramos todos los locales seremos la hamburguesería más grande de España y de mayor facturación. Queremos hacer de Goiko Grill el restaurante preferido de los clientes y de su staff -como dice McDonalds-. En cinco años estaremos hablando de 35 locales. De momento, este año queremos cerrar con 17.
Entonces, ¿desecha la posibilidad de vender esta idea de éxito?
Inicialmente no está en nuestros planes. Si dentro de 10 años viene una corporación con la que nos sintamos cómodos para entregarle nuestra marca, no está descartado. Así, no puedo asegurar que me voy a dedicar a las hamburguesas toda mi vida, pero ahora mismo sí.
¿Piensa volver a Venezuela e implantar este modelo de negocio allí?
No, no tengo planes de regresar a mi país en un futuro próximo. Es muy difícil montar algo así allí, ya que hay escasez de algunos productos y mucho nivel de inseguridad.