Aunque el Magreb es aún el mayor receptor de marcas españolas del continente, los países del África subsahariana empiezan a despuntar y a ofrecer reales oportunidades de negocio.
En 21 países y con 350 establecimientos. Éstas son las cifras del dónde y del cómo está presente la franquicia española en África. Un continente geográficamente muy próximo a nuestro país, con una logística más barata que en otras latitudes, que poco a poco va ganando atractivo para las enseñas nacionales que apuestan por franquiciar y por llevar sus modelos de negocio a otros mercados.
Aunque Marruecos, Egipto, Túnez, Argelia -todos ellos en el norte de África, en el Magreb- y Sudáfrica son los principales receptores de nuestras marcas franquiciadoras según los datos de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), los países del África subsahariana también están empezando a despuntar y a ofrecer a nuestras enseñas oportunidades de expansión y crecimiento reales.
"Aunque los mercados más tradicionales para la franquicia, como Europa, América Latina y más recientemente Oriente Medio no bajan, los que suben son precisamente los no tradicionales", sostiene Xavier Vallhonrat, presidente de la AEF, para quien la franquicia española empieza a encontrar su sitio en los mercados de Ghana, Mozambique y Namibia, entre otros.
A esa lista se unen otros países subsaharianos como Guinea Ecuatorial, Nigeria, Angola, Costa de Marfil o Tanzania. Así al menos lo afirma David Jaramago, gerente de la compañía Numage Soluciones de Negocio, cuyo objetivo consiste precisamente en ayudar a ciudadanos africanos a implantarse en España y también, y sobre todo, a ciudadanos y empresarios españolas a hacer lo propio en África.
Tras nueve años de experiencia como exportador de productos españoles al continente africano -desde vehículos y maquinaria de obra hasta portátiles y teléfonos pasando por perfumes y pelo para mujeres-, Jaramago sostiene que el continente africano, y muy especialmente los países ubicados al sur del Sáhara, llaman cada vez más la atención a los empresarios españolas. "En África hay un mercado que no está tan tocado como otros y puede dar grandes oportunidades", sostiene.
Oportunidades que a su juicio podrían encontrar principalmente las marcas consagradas a la restauración, la formación, el textil, la cosmética, las telecomunicaciones e incluso, debido a la falta de infraestructuras de algunos territorios, las tintorerías.
Eso sí, Jaramago indica que si bien la proximidad y la mano de obra barata pueden ser ventajas para las marcas franquiciadoras españolas, los gerentes o franquiciados de estas marcas también han de saber que en África también hay dificultades.
De ahí que recomiende llegar al continente de la mano de un socio local -su compañía ofrece servicios de aseoramiento para ejercer esa figura- y mirar de cerca y tener muy en cuenta las dificultades que para un negocio pueden suponer tanto los papeleos burocráticos de algunos países, como la corrupción de otros o la violencia.