
Hasta que el agua no le llega al cuello puede seguir nadando, pero si nota cómo alcanza su barbilla tiene dos opciones: esperar que le saquen de la marea o ir pensando qué hará cuando pase la tormenta. Éste es el dilema con que se encuentran la mayoría de pequeñas y medianas empresas españolas, a las que de momento la liquidez, en forma de barco de rescate y anunciada por el Gobierno, no les llega y que, obligatoriamente, deben seguir nadando.
"Hasta que no te ves desbordado por la situación, es muy difícil cambiar los hábitos de la empresa. Pero, en medio de la vorágine, es momento de hacer cosas que nunca se han hecho y preguntarse dónde quieres ir y por qué camino", explicó el jueves Marcel Planellas, profesor de política de empresa y secretario general de Esade, durante una jornada organizada por la asociación multisectorial de empresas (Amec) para analizar cómo sobrevivir a la crisis.
La desaceleración del consumo, el aumento del paro, una sequía de crédito para las empresas casi ya estructural y el descenso de la productividad son los hábitos que durante los últimos catorce años han ido adquiriendo las empresas españolas.
Nuevas oportunidades
El ex presidente Jordi Pujol también acudió esta semana al S.O.S que lanzaron las pymes catalanas con un mensaje claro: programa, proyecto e ilusión es su receta para buscarse la vida una vez pase la crisis.
Planellas aseguró que es un hecho que el bache económico no afecta por igual a todo el mundo y que ahora surgen nuevos mercados con nuevas oportunidades, además de la reestructuración de los sectores industriales. "Sólo hay que mirar la fotografía de la última reunión: se pasó de siete países importantes al G20, lo que significa que hay más jugadores y que los que hay se mueven, por lo que quedan más vacantes. La crisis es una oportunidad para partir de cero, modificar la pole position y ver dónde colocarse. La empresa pasa ahora por la misma situación".
Una de las quejas más habituales del sector empresarial es que, en muchos casos, algunos de los directivos de las empresas no saben qué es una crisis ni cómo enfrentarse a ella. "Saben cómo vender un crédito, pero no les preguntes cómo seguir a un moroso porque no lo han hecho nunca", aseguró ayer el secretario general de Esade.
Y tú, ¿cómo lo hiciste?
Pero de esta crisis no se libra nadie, tampoco los que ya han vivido otras, aunque éstos últimos salieron de ella. Relats, Comexi Group, Germans Boada y Masias son cuatro ejemplos de cómo sobrevivir a la tempestad económica con diferentes estrategias. Las cuatro compañías son pymes con más de 50 años de vida y con dos crisis a sus espaldas.
Josep Torrents, director general de Germans Boada, líder en herramientas para la construcción, indicó que la situación actual tiene un componente que las anteriores no tenían: "El iceberg de la construcción". Aún así, esta empresa catalana supo hace más de una década dos cosas que la salvaron de ser engullida por la situación: diversificar producto y mercado. "Estábamos muy encajados en las herramientas de la construcción y en el mercado nacional, que representaba el 65% de nuestra facturación".
Otra de las lecciones que han aprendido es la gestión de la plantilla. "Ahora, siempre tenemos un 10% de nuestra plantilla flotante para ajustarla en función de las necesidades que tengamos y ganar flexibilidad", explicó Boada.
La plantilla es uno de los principales problemas para readaptar la compañía a la mala situación económica. La compañía familiar Masias, dedicada al tratamiento de fibras y al reciclaje, tuvo que reestructurar la plantilla recién llegada la crisis del 92.
¿La lección?
"Es el peor trago por el que hay que pasar. En una pyme nos conocemos todos, e incluso a nuestras familias. Hay que explicar bien las cosas y, si hace falta, contratar a un profesional que se encargue de ello", aseguró Lluís Masias. Pere Relats, de la empresa familiar Relats, resumió en varios puntos su reconversión que hace una década duró cuatro años. "Desarrollamos la especialidad de fibra de vidrio para dejar de ser una textil tradicional, ampliamos capital y llevamos a cambio el relevo generacional para impulsar la apertura de mercados de cara al exterior".
Manel Xifra, presidente de Comexi Group, fabricante de maquinaria para diferentes sectores, acometió su primera reconversión en 1993 para ampliar sus mercados. ¿Y ahora? "Elaborar dos planes, uno de choque para sobrevivir hasta que pase el vendaval, y otro de sostenibilidad, para salir bien posicionado. Tenemos claro que hay que innovar. Nosotros salimos de las crisis anteriores lanzando productos innovadores en el mercado".