Pymes y Emprendedores

Si la empresa tiene un plan, conquistará a los inversores con su proyecto

¿Por qué es tan importante el plan de empresa para los emprendedores? Muy fácil, porque es muy parecido a una primera cita. Si de verdad le importa la persona con la que va a quedar, ensaya meditadamente su estilismo desde la cabeza hasta los pies y acude dispuesto a dar lo mejor de sí mismo. Porque cualquier error, por nimio que sea, puede dar al traste con la historia.

El plan de empresa es ese documento que sirve de celestino en la primera cita entre emprendedor y su entidad financiera. Es un informe en el que se detalla la información más relevante acerca del proyecto empresarial: el producto o servicio que se quiere producir, la oportunidad de negocio, los recursos con los que se cuenta y las estrategias que se piensan desarrollar para lograr los objetivos de la compañía.

Tarjeta de presentación

Y es el documento que, bien elaborado, servirá como tarjeta de presentación para terceras personas que pueden resultar vitales para la consecución de su proyecto, como colaboradores, proveedores, bancos, inversores, organismos públicos o cualquier otro agente que pueda estar relacionado con el proyecto.

Hay requisitos imprescindibles para triunfar con el plan de empresa, según las pautas que aparecen en el manual del empresario autónomo elaborado por la Cámara de Comercio de Madrid: debe redactarse con un lenguaje claro y comprensible, ser persuasivo, debe contener toda la información relevante, que sus afirmaciones estén justificadas y que sea visualmente atractivo.

Y aunque le parezcan perogrulladas, es absolutamente esencial que, entre otras cosas se refleje en el plan la imagen corporativa de la empresa, que esté impreso en papel de buena calidad y que no tenga erratas.


Cualquier plan de empresa se divide en siete grandes bloques:

Siete pasos que no le garantizan el éxito de su proyecto, pero llevando así de bien hechos los deberes, quién sabe si conseguirá una segunda cita...

Presentación

En esta parte deben aparecer resumidos tres aspectos: el proyecto (sus características generales, lo que se va a comercializar, la oportunidad de negocio, la identidad de la futura empresa...), datos sobre el emprendedor (formación, experiencia profesional y empresarial) y el resumen de la viabilidad del proyecto.


Plan de producción

En él hay que demostrar la viabilidad técnica de su proyecto, es decir, la capacidad del emprendedor para elaborar el producto o servicio en que consiste su negocio. Sus apartados son: la programación de la producción, la determinación de los recursos necesarios (estimación de las necesidades de personal, equipos y suministros), el sistema de compras y proveedores, la gestión de inventarios, la descripción de procesos o actividades, del control de la producción (con qué sistemas de detección de despilfarros, control de calidad, medioambiente y riesgos se cuenta) y el presupuesto destinado a la producción.


RRHH y organización

En primer lugar, conviene hacer una descripción de cada uno de los puestos de trabajo y explicar brevemente el organigrama que va a funcionar en la empresa. Y uno de los capítulos más importantes es la distribución de los niveles salariales, la política de contratación (reclutación y selección) y el presupuesto destinado a la política de personal.


Plan de inversión

Fundamental, y más en los tiempos que corren, sobre todo si quiere conquistar al banco. En este apartado, es importante indicar la localización de la empresa y las instalaciones previstas como sede o delegaciones, una relación exhaustiva de los recursos materiales, un presupuesto de las inversiones previstas y un capítulo especial dedicado a la innovación en el caso de que su empresa quiera comercializar nuevos productos o servicios.


Plan de comercialización

La viabilidad comercial es la capacidad que tiene el producto de satisfacer la necesidad de los clientes y de generar un hueco en el mercado. Los apartados que debe incluir son: una definición lo más completa posible de lo que se quiere comercializar, un análisis exhaustivo del mercado en el que se va a operar (ámbito geográfico, clientes, competencia...), los objetivos comerciales (la cuantificación de las cifras de ventas que se quieren lograr), la estrategia y el presupuesto de marketing.


Plan económico-financiero

Es la viabilidad económica del proyecto, es decir, su capacidad para generar recursos financieros, de forma que no se planteen planes de solvencia. Debe incluir: las necesidades financieras del proyecto, identificación de fuentes de financiación (recursos propios, ajenos...), proyecciones financieras (previsión de tesorería, de cuenta de resultados, de balance...) y análisis de la viabilidad del proyecto.


Plan jurídico

En este último apartado conviene especificar dos aspectos: la forma jurídica elegida para la empresa y todo lo referente a la constitución de la compañía (cuáles son los pasos del proceso de constitución y las obligaciones legales).

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