Sálvense quien pueda... incluidas las empresas de trabajo temporal (ETT). "Llevamos desde después de verano sin parar. No dejamos de recibir currículos pero las peticiones de las empresas escasean, en comparación con hace un año, y además cada candidato que les presentas lo miran con lupa".
Julià Lomeu trabaja desde hace dos años en una oficina de las que tiene una de las grandes empresas de trabajo temporal cerca de Barcelona. Con esta simple frase resume la situación que atraviesan las empresas de este sector en España, situación que muchos califican como la peor por la que ha atravesado el trabajo temporal.
Situación complicada para las ETT
La caída de las contrataciones, el descenso de la temporalidad -que se sitúa en el 29,4%- y el poco interés de las empresas por cubrir puestos vacantes y optar por la amortización de puestos laborales, entre otros motivos, han llevado a las ETT a una situación delicada: entre enero y mayo de este año sus contratos han caído casi un 13% respecto al mismo periodo del año anterior.
"Afecta a todas las actividades empresariales y nosotros no íbamos a ser menos. Los contratos han descendido entre un 5 y un 10% en general", calcula Francisco Aranda, presidente de Agett, la patronal que reúne a algunas de las principales empresas de trabajo temporal que operan en España (Alta Gestión, Eulen Flexiplan, Adecco, Laborman, Randstad y Star People).
Pero más allá de los datos oficiales, algunas grandes compañías de trabajo temporal reconocen de puertas adentro caídas de contratación superiores al 14% respecto al primer semestre de 2007.
Peor panorama
Peor panorama tienen las pequeñas empresas que también juegan en el sector. "Con nuestros principales clientes hemos tenido descensos de personal puesto a disposición que oscila entre el 30 y el 60%", reconoce José Martínez Silva, director de Pacto ETT, una pequeña empresa de trabajo temporal que reconoce estar algo más de dos millones de euros por debajo del presupuesto que se habían marcado.
Aranda asegura que la facturación baja en todas las ETT. "Normalmente ya hay temporadas en que la facturación y los pedidos bajan, pero ahora se están reduciendo al máximo porque las empresas están ajustando sus costes todo lo que pueden y la mayoría empieza por el personal", reconoce el presidente de Agett. Martínez Silva sentencia que las necesidades de las empresas están "bajo mínimos".
Según datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración, durante los cinco primeros meses de este año las empresas de trabajo temporal sumaron 939.163 contratos de puesta a disposición. Una cifra algo alejada de los 1.077.894 que se firmaron durante el mismo período de 2007.
Nadie se salva
Mujeres y jóvenes son los colectivos más afectados por la bajada de peticiones de las compañías a las empresas de trabajo temporal. "El colectivo de los jóvenes, menores de 25 o 30 años, y las mujeres son los más afectados por este parón de peticiones", confirma Aranda. Según datos de Agett, seis de cada diez personas que acuden en la actualidad a una ETT pertenecen a estos dos segmentos de población.
El otro colectivo afectado por la situación económica es el de los inmigrantes. "El 30 por ciento de los que se acercan a las oficinas son inmigrantes, cada vez lo tienen más complicado", dice el presidente de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal.
Teniendo en cuenta que las ETT no operan en el sector de la construcción, "nos libramos del impacto del parón inmobiliario", dicen.
El efecto dominó
Pero sólo fue la sensación inicial, porque el efecto dominó acabó por hacerles ver la realidad. "Al final nosotros lo hemos notado sobre todo en el sector servicios y hostelería. El industrial y el logístico también, ha ido un sector detrás del otro. En donde menos, en el de las telecomunicaciones", explica José Martínez, director de Pacto ETT.
Aranda aclara que no hay ningún sector que se salve: "Todos están afectados. La construcción no nos afecta directamente pero sí de manera indirecta. Hay muchos sectores que dependen de la construcción que sí trabajaban con nosotros y eso se nota", aclara.
El aumento del paro también se deja notar en las oficinas de las ETT que, de media, han recibido entre un 12 y un 15 por ciento más de visitas respecto a las mismas fechas que el año anterior. "Este aumento se dispara cuando pasamos al canal online. Entre agosto y septiembre, el número de inscripciones que han llegado a través de Internet ha aumentado un 79 por ciento", explica Martínez.
En cuanto a la nacionalidad pocas son las diferencias, ya que el aumento de inscripciones por parte de españoles y extranjeros ha crecido a niveles parecidos, según reconocen desde las propias empresas de trabajo temporal.
La evolución del sector de las ETT a partir de ahora está condicionada por la contracción que se ha iniciado "sobre todo tras el verano" de los empleados temporales en empresas de todos los sectores. A día de hoy, y al contrario de lo que ocurre en otros países europeos, las funciones de las empresas de trabajo temporal está acotadas a esta actividad y las previsiones para 2009 no son nada buenas: se espera una destrucción de empleo en torno a un -1 por ciento.
¿Y ahora qué?
Las ETT necesitan seguir colocando gente en empresas y mantener sus contratos con importantes compañías instaladas en España. "Quizás hasta ahora, la formación no era un puntal importante a la hora de contratar a un empleado. Si se necesitaba a alguien y era urgente incorporarlo, se hacía rápido y se cumplía la petición de la empresa", explica Francisco Aranda. Añade que para cargos más mecánicos este era el procedimiento, si bien para otros más especializados se alargaba un poco más el proceso de selección.
La escasa necesidad de cubrir puestos vacantes, independientemente del nivel, y el incremento de personas en el paro, también independientemente de la formación, hace que "el ciclo formativo ya se haya completado. Hay personas con todo tipo de formación, algo que antes no pasaba siempre", señala Aranda.
Martínez apunta que los perfiles que las compañías solicitan no han cambiado, pero al haber menos necesidad de incorporación son más exigentes con los candidatos y en ocasiones tiran de plantilla propia. A pesar de no haber cambiado el perfil de candidato que pide cada empresa, sí ha cambiado la calidad de los candidatos.
¿Se imagina a un ex empleado de la entidad financiera Lehman Brothers dejando su curriculum vitae en la página web de una empresa de trabajo temporal? "Yo lo he visto, personas que cobraban más de 60.000 euros al año y han venido con un curriculum. Avíseme de lo que sea. Es duro empezar de cero pero veremos a muchos más", vaticina Lomeu.