Un 13,4% de los españoles que solían comer fuera ha dejado de hacerlo en los últimos meses, según un estudio del Ministerio de Agricultura. Los jóvenes son los que más están sufriendo la crisis: el 18,2% de las personas de entre 18 y 35 años ha empezado a hacerlo siempre en casa (o a llevarse un tupperware al trabajo). Y el 44% de la población ha cambiado, en mayor o menor medida, sus hábitos de consumo fuera del hogar.
Sin embargo, la mayoría de los españoles no renuncia a salir a comer, a cenar o de copas, según explicó ayer José María Rubio, presidente de la Federación Española de Hostelería (Fehr). "El hábito de salir al restaurante, al bar... no es algo coyuntural, es una costumbre. Se sale de forma diferente, pero se sigue saliendo". Las ventas del sector (bares, cafeterías, restaurantes y hoteles) han caído "debido a que ha bajado el número de personas que van a establecimientos y por el descenso del ticket medio de consumo, sobre todo en los restaurantes".
Mejor un vino de la casa
Rubio habló así ayer, en un encuentro organizado por la Asociación Española de Codificación Comercial (Aecoc). Pedir un vino barato en lugar del caro, prescindir del café... "En lugar de gastar 60 euros por cabeza, procuran ir a precios más bajos". El presidente de la Fehr sostuvo que "2007 fue un año récord, como los anteriores, en el que el sector creció un 3,3%. En 2008 ya veremos...". El peor mes de este año ha sido, por ahora, abril, cuando la facturación menguó un 3,9% respecto a la de 2007. Pero la Fehr teme que los resultados de julio y agosto, que aún no se conocen, sean peores, de entre un 5% y un 6% por debajo del año pasado.
Si bajan las ventas ¿se producirán despidos? Rubio cree que en julio y agosto se mantendrá el número de trabajadores, pero "otra cosa es lo que ocurra a partir de septiembre". El sector da trabajo hoy a 1,58 millones de personas y por 128 habitantes hay un establecimiento hostelero, un número que podría menguar ya que, según Rubio, existe una tendencia al cierre de bares.
Los caros sufren más
En el plano de los clientes son los jóvenes los que más sufren y en el de las empresas son los restaurantes de lujo los que más notan el bache. Los locales de menú económico, por el contrario, han ganado clientes. "Se puede hablar de un traspaso de clientes de unos a otros", dijo el presidente de la Fehr.
Las ventas de la hostelería y la restauración sumaron en 2007 123.800 millones de euros, lo que representa un 7,07% del PIB del país. "La energía movió 2,6 millones, al igual que la agricultura y la ganadería", comparó Rubio.
Por otro lado, los hosteleros han subido los precios en 2008 (un 4,8%), pero no tanto como el Índice de Precios al Consumo (IPC), que lo ha hecho en un 4,9%, de modo que han reducido su margen de beneficio.
Los más pequeños infuyen cada vez más
La mina de oro de la hostelería son los consumidores menores de 65 años que viven solos. Según un estudio de PriceWaterhouseCoopers, este segmento de población (aproximadamente, un 15% de los hogares del país) se gasta al año, de media, 1.800 euros en comer fuera de casa, algo que hacen casi tantas veces como almorzar en su domicilio. Las parejas sin hijos se dejan mucho menos dinero, unos 1.100. Las que tienen niños se gastan cantidades inferiores.
Los pequeños, según señala el estudio de PriceWaterhouseCoopers, cada vez influyen más en la toma de decisiones: "Los menores de 14 años influyen de forma clara en las decisiones de compra de los gastos del hogar (hasta en un 47% del total de los gastos)", reza el informe. La clave es el sentimiento de culpa de los padres por no pasar con ellos tanto tiempo como desearían. De acuerdo con la encuesta de KRC Research, la principal razón de salir a comer es estar reunidos en familia.
Una de las principales conclusiones de PriceWaterhouseCoopers es que, aunque parezca paradójico, los españoles no se resignan a quedarse en casa por mucha crisis que atraviese este país.