Cuántas veces hemos podido escuchar decir eso de que lo que importa es el interior, demasiadas.
Quién no se ha sentido alguna vez el patito feo de la clase o ha cedido al miedo de sus inseguridades en el trabajo.
Si la respuesta en ambos casos es afirmativa, hay que dejar claro que quizá usted no sea la persona idónea para formar parte de The Beautiful Room, un selecto club inaugurado en la ciudad de Dallas hace algo más de un año donde "la belleza es la llave de entrada". Pero no se confunda, el respeto y la diversión también cuentan, aunque no dejan de ser secundarios.
Para gente vip
Esta curiosa idea llevada a la práctica por Chris Martini, un ingeniero de 32 años con espíritu empresarial, se convirtió en una especie de prueba que permitiera recrear en la ciudad tejana la atmósfera de glamour y gente guapa que Martini vivió durante unas vacaciones con sus amigos en Baja California, a los que era tan fácil mirar como conocer, según explicaba a la revista Details. The Beautiful Room nació con la intención de crear una utópica sociedad en la que la belleza fuera el rasgo común a todos sus miembros.
A través de este club conseguiremos ir directos al grano, es decir, relacionarnos con personas que sabemos por adelantado que serán atractivas, simpáticas y sobre todo con las que se conseguirá pasar un rato agradable. Para ello, primero habrá que presentar una solicitud de ingreso al club, un proceso "estricto y privado" que permitirá ser invitado a la multitud de eventos que se celebran entre los miembros de esta peculiar habitación.
Por cierto, desde el principio debe quedarnos claro que el propósito no es buscar un ligue o una relación sentimental, algo que por otro lado tampoco es amonestado por la asociación, sino asistir a eventos y fiestas en distintas partes del país para adornar nuestra vida social con personas agradables a la vista.
Mide tu sex appeal
Tras rellenar una serie de datos básicos, como nombre, edad o género, a través de la pagina web, thebeautifulroom.com, el siguiente paso será enviar dos fotos -una de cara y otra de cuerpo entero- para que el comité de selección pueda hacerse una idea del nivel de sex appeal que emana el posible nuevo miembro.
A partir de este momento, habrá que esperar alrededor de 24 o 48 horas para recibir una llamada de algún miembro de la comitiva que durante 30 minutos mantendrá una conversación personal en la que habrá que estar preparado para contestar preguntas sobre cómo nos veremos dentro de tres años o qué cualidades buscamos en una amistad. En ese mismo instante ya habremos recibido un correo electrónico en el que se nos desea "suerte" y "ser guapos" para salvar todos los escollos que todavía se nos presentarán antes de poder disfrutar de la bella vita.
Prueba de acceso
Con nuestra inscripción, fotos y conversación en la mano, el paredón final estará dirigido por tres miembros del comité que, bajo un sistema de evaluación de 20 características, se encargará de decidir si somos o no dignos del club. En un halo de esperanza, cabe destacar que sólo siete de la veintena de puntos a examinar se centran en el físico, aunque no está de más que en la foto metamos tripa, escondamos michelín y pongamos nuestra mejor sonrisa, si queremos impresionar al jurado. Si la suerte nos sonríe quizás tengamos la posibilidad de poder formar parte de las numerosas actividades, entre las que se incluyen escalada, partidos de fútbol, actos de caridad, cenas, comidas, salidas nocturnas o clases de salsa, entre otros entretenimientos. Además, una vez dentro podremos proponer nuestras propias fiestas dentro del calendario de eventos que manejan todos los miembros del club.
Desde luego, yo lo he intentado y he enviado mi propia solicitud, pero de momento, el teléfono no ha sonado. Parece que las fiestas de gente guapa tendrán que esperar, aunque siempre quedarán las formas tradicionales de conocer gente, como los bares de toda la vida. Un método que según Martini, reduce al 5 por ciento nuestras posibilidades de congeniar con alguno de los presentes.
