
Judit Mascó, actual presentadora del programa de televisión Supermodel 2006, sabe que le debe mucho a la portada que hizo para la revista estadounidense Sports Ilustrated. 
Su descubridora, Francina Díaz, cuenta cómo la grabó en una cinta de vídeo y se la llevó a Nueva York: "La vendí como una rubia mediterránea, y eso les encantó". Antes de llegar a EEUU, ya había desfilado en Gaudí y había vivido durante algunos años en Milán, donde trabajó para algunos de los grandes, como Valentino o Armani.
Nieves Álvarez se hizo famosa después de ser elegida entre decenas de chicas en un concurso de la revista Ragazza. A partir de ahí su carrera fue imparable: Cibeles, Gaudí y unos años en París donde se convirtió en una de las musas de Yves Saint Laurent. Para muchos, es la mejor modelo que ha tenido este país. Y quizá para romper con los tópicos de la inteligencia de las guapas, también es empresaria. Es propietaria, junto con el diseñador Roberto Torretta, de una heladería de lujo en Madrid, Bajo Cero.
El derroque de París
París sigue siendo el reino de la alta costura, pero la Ciudad de la Luz ha sido desbancada por la Gran Manzana. "Donde se hace una modelo de verdad es en Nueva York", asegura Francina Díaz.
Federica Balducci, responsable de MD Internacional, también defiende que la ciudad de los rascacielos es parada obligatoria en el ascenso al Olimpo de la pasarela, aunque advierte de que antes es necesario haberse curtido por las principales ciudades europeas. Gina Porcar, directora general de la agencia Parallele, es un buen ejemplo. Cree que desfilar en París sigue siendo lo más para triunfar en el mundo de las pasarelas.
Pero los casos de Mascó y Álvarez no son los habituales. Miles de chicas llenan cada día los buzones de las agencias de modelos con sus books en busca de una oportunidad. Su sueño: ser top model y posar para una gran revista de moda.

Primero, a formarse
Todo largo camino empieza con un pequeño paso. La mayor parte de las agencias lo primero que hacen es formar a una modelo: enseñar a caminar o posar correctamente son algunas de las asignaturas que muchas chicas tienen que aprobar. Porque la mayoría empieza a ser modelo antes de formarse del todo como mujer. "Cada vez empiezan más jóvenes, con 16 o 17 años", afirma Raquel Gallete, de la agencia Traffic.
Muchas llegan sin ningún tipo de experiencia. Las agencias les proporcionan sus primeros trabajos, normalmente en pequeñas revistas nacionales, spots o desfiles modestos. Sólo las mejores son elegidas para dar el salto fuera de España. La oferta es nutrida porque, curiosamente, cada país tiene su perfil preferido. "Alemania es un país de catálogos, así que piden chicas más comerciales. En cambio, París y Milán piden chicas más elitistas, y en Londres les gustan las raras", aclara Francina Díaz.
Primer destino: Grecia o Italia
Los primeros viajes al extranjero de las nuevas modelos de Traffic suelen hacerse a países mediterráneos, como Grecia o Italia. Es una forma de que las chicas no se sientan alejadas del todo de sus casas porque, en muchos casos, es la primera vez que viajan fuera de España. Para Gina Porcar, la estancia media en cada uno de estos países es de dos a tres años, aunque siempre hay excepciones. Donde no se pueden establecer cálculos es sobre el tiempo de trabajo para llegar a lo más alto. "Depende de muchos factores. Hay quien no llega nunca, quien tarda años y a quien le bastan seis meses. A veces hay casos donde se va hacia arriba desde el primer momento", explica Gatelle. Balducci cree que una de las claves pasa por enamorar a un diseñador. El es la llave para ser portada de una publicación o cruzarse en el backstage con Bimba Bosé o Andrés Velencoso.
Pero el destino de una modelo no lo marca un paseo por la tarima de una pasarela. Hay todo un mundo de catálogos, spots, portadas de revistas o sesiones de fotos con fotógrafos de renombre. La portada de cualquier Vogue es una buena plataforma de lanzamiento. Aunque hay otras publicaciones, como Wallpaper o W (del mismo grupo editorial que Vogue, Conde Nast) que también son sagradas para ellas.
Marta Español y Marina Pérez. Marta desfila estos días en Milán y ha sido premiada como la mejor modelo de Cibeles en las dos últimas ediciones. Marina lleva tiempo afincada en Nueva York, donde sus ojos azules han encandilado a los diseñadores de la Gran Manzana y a marcas como Hugo Boss, Dolce & Gabanna y Bvlgari.