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Damien Hirst hace del marketing un arte

El artista Damien Hirst junto a su 'becerro de oro'

Cuando el publicista Charles Saatchi decidió aplicar sus conocimientos de marketing al arte, dio a conocer en los años finales del siglo XX, con grandísimo éxito, al controvertido colectivo de los Young British Artists.

Este grupo de pintores y escultores conceptuales, procedentes en su mayoría del Goldsmiths College, tenía a Damien Hirst y Tracey Emin como cabezas visibles, quienes consternaron con los animales en formol de uno y los impúdicos desnudos de la otra. Con todos ellos llegó al compromiso de comprarles a precio de mercado toda su producción.

Cuando las ganancias comenzaron a ser millonarias, los enfrentamientos entre el marchante y Hirst llevaron a la ruptura del tándem, recomprando el artista las obras que Saatchi tenía en su colección particular sin que esta transacción afectase a las cotizaciones del enfant terrible del arte británico.

Ahora Hirst, que durante un tiempo encabezó el ranking de las obras más caras de artista vivo de toda la historia con una calavera cuajada de diamantes -hasta que se demostró su participación para inflar la venta-, vuelve a dinamitar el mercado artístico al prescindir de su galería White Cube (que se llevaba normalmente el 40 por 100 de cada venta) para colocar directamente en subasta sus últimos 223 trabajos, lo que va a medir la temperatura del mercado, el interés de los coleccionistas que no suelen ser habituales de las galerías de arte y, sobre todo, si Hirst debe moderar su ritmo de trabajo o es válida su agresividad mercadotécnica.

Sotheby's pone a la venta en Londres, los días 15 y 16 de septiembre, una selección de obras nuevas de Damien Hirst tituladas 'Beautiful Inside My Head Forever', que cuenta con una estimación conjunta que ronda las 65 millones de libras (80 millones de euros).

Esta licitación histórica comprende trabajos creados por el artista inglés en los dos últimos años: desde monumentales esculturas en formol a nuevas pinturas que desarrollan los temas reiterados por el artista en la última década, como las mariposas, las células cancerígenas y las pastillas. El conjunto de piezas también incluye exquisitos botiquines y dibujos preparatorios, proporcionando así el espectro completo de la creatividad de Hirst.

Turbulencias económicas

El artista británico ha manifestado que, aunque existe un riesgo evidente al colocar su obra en época de turbulencia económica, "acepta el desafío", porque lo que está claro es que "el mundo está cambiando últimamente" y necesita averiguar hacia dónde se dirige. Para Hirst, que en 2004 logró vender por 11,1 millones de libras (unos 16 millones de euros en aquel entonces), los objetos que diseñó para su restaurante londinense Pharma-cy, esta forma de comercializar arte resulta "muy democrática", ya que abre sus trabajos a todos los públicos.

Ahora quiere repetir la experiencia y Sotheby's le avala. La casa de subastas considera que los trabajos que saldrán a la venta en la primera gran licitación de la temporada son "ambiciosos, exquisitos e increíblemente impactantes". La pieza estrella será 'El becerro de oro', un ternero conservado en un gran tanque de cristal lleno de formol que evoca a Apis, el toro sagrado egipcio que lleva un disco solar entre sus cuernos. Sotheby's calcula que la escultura del bovino, que tiene pezuñas y cuernos de oro de 18 quilates y un disco también de oro sobre la cornamenta, alcanzará entre los 10 y 15 millones de euros.

Sin embargo, los precios de las piezas que se van a subastar no son millonarios en origen, puesto que comienzan en los 19.000 euros. Ese es el precio estimado para cada uno de los bocetos firmados por Hirst, que con esta asombrosa licitación trata de demostrar que le sobran los intermediarios, además de intentar captar como nuevos clientes para su producción artística a los magnates rusos, árabes, chinos e hindúes, que están inflando con sus petrodólares el mercado internacional del arte.

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