
Los gurús de la economía ya adelantan que en 2016 se podría llegar a la paridad euro-dólar, algo que secundan firmas de inversión tan potentes como Goldmand Sachs que afirman que incluso a finales del próximo año el dólar podría ser más fuerte que la moneda europea. Descárguese gratis la revista de elEconomista Gestión y Desarrollo Exterior
Pero, más allá de especulaciones, de lo que no cabe duda es de que la nueva situación está creando un marco de optimismo, pues parece que esta tendencia llevaría a un aumento de las inversiones en Europa y también de las exportaciones de la zona del euro. Desde enero de 2014, la cotización del euro frente al dólar ha descendido de 1,36 euros por cada dólar, hasta llegar a los 1,051 dólares en marzo de este año.
Marco optimista
Con esta situación se daría el marco perfecto para que muchas pymes españolas incrementen sus exportaciones o puedan iniciarse en esta actividad, ya que, desde que empezó la crisis, están saliendo cada vez más de nuestras fronteras para mantenerse.
"Conforme el tipo de cambio euro-dólar se reduce, mayor es el abaratamiento en términos nominales de las exportaciones, y muchas pymes podrán exportar cuando antes no lo hacían", asegura el economista, asesor y experto en exportaciones Javier Santacruz, quien añade que "los seguros de cambio de exportación serían más baratos y por tanto las pymes que antes no tenían acceso a ellos, ahora se lo podrían permitir". Por eso, Santacruz recomienda a las pymes contratar estos seguros de cambio "para evitar el coste de que el euro empiece a apreciarse".
Récord de exportación
Aunque la Unión Europea sigue siendo el principal destino de nuestras exportaciones, el envío de bienes y productos a zonas no comunitarias aumentó en un 6,9% durante 2014. En este sentido, Estados Unidos es la nación en la que más cuota de mercado ha ganado España. Tanto es así que en 2014 el país anglosajón fue, por detrás de China, el segundo socio comercial de España fuera de la Unión Europea, con un flujo total de 20.953 millones de euros, según datos del ministerio de Economía y Competitividad.
De esta cifra, las exportaciones españolas al país americano contabilizaron 10.642 millones de euros, lo que supuso un aumento del 22,4% con respecto a 2013, alcanzando un récord histórico en nuestras exportaciones a este país, que superaron a las importaciones, llegando así a un superávit comercial de 332 millones de euros.
Hay que eliminar barreras
En el progreso de las exportaciones no sólo influye la evolución del cambio de divisas, sino que hay que tener en cuenta una multiplicidad de factores. Y es que en el intercambio transoceánico las pymes siguen encontrándose muchas otras trabas, como los obstáculos arancelarios y otros no arancelarios. "Por mucho que disminuya el tipo de cambio, si no se flexibilizan o eliminan algunas barreras no arancelarias -la rigidez de los estándares de calidad, los controles sanitarios, las tasas medioambientales o los recargos a los contenedores-, las exportaciones no podrán aumentar a un ritmo considerable", denuncia Santacruz.
Para superar esto, Europa se encuentra en plenas negociaciones para firmar un Tratado de Libre Comercio (TTIP) con Estados Unidos. De la medida se beneficiarían especialmente las pequeñas y medianas empresas debido a la importancia que la internacionalización ha adquirido para su subsistencia, tal y como señalan desde la Asociación de Empresas Industriales Internacionalizadas (Amec).
Por otro lado, los campos más favorecidos serían "aquellos que aportan menos valor añadido -productos poco elaborados- y aquellos que son más intensivos en mano de obra, frente a los que lo son en capital", asegura Javier. Siguiendo este esquema, sectores como el agroalimentario, servicios no financieros o consumos intermedios son los que reúnen la mayoría de estas características. Por otro lado, el mundo del automóvil también se vería beneficiado, ya que en palabras de Santacruz "es uno de los principales productos tanto de importación como de exportación español".
Nuestro aceite de oliva se encuentra entre uno de estos sectores que ha visto mejoradas sus cifras de negocio. "Por cada punto porcentual que se reduce el cambio euro-dólar, las exportaciones de las cooperativas aumentan aproximadamente tres puntos porcentuales. De estos datos se deriva que la venta de aceite de oliva a otros países se ha vuelto muy elástica a la variación en el tipo de cambio", defiende Santacruz.
Riesgos a medio y largo plazo
Los expertos en economía también advierten de las consecuencias negativas en el medio y largo plazo. Tal y como declara Javier "cuando una moneda pierde valor frente a otra, las exportaciones se estimulan en términos nominales, pero pueden quedar perjudicadas en términos reales si en España u otros países europeos repuntara la inflación". El otro riesgo es el aumento de las importaciones.
En este sentido José Luis Martínez, estratega de Citi en España, reconoce que "la depreciación del euro supondría un aumento de los costes de importación". De esta forma, en palabras de Santacruz "que seamos capaces de controlar la situación o no dependerá de que el petróleo siga barato, ya que es nuestro principal producto de importación".