José Manuel García Margallo ha puesto en pie de guerra al Ministerio de Exteriores. Las promesas a su llegada al cargo no se han visto cumplidas. Algunos colaboradores critican su actitud soberbia, su incapacidad para trabajar en equipo o los nombramientos masivos de diplomáticos afines. Además, no entienden cómo el ministro de Exteriores tiene tan poca predisposición a realizar viajes diplomáticos, hecho que provoca una infrarepresentación española en temas políticos. Este descontento crece por la influencia que ejerce sobre García Margallo el cuñadísimo de Rajoy, Francisco Millán Món, en temas de nombramientos y en el día a día del Ministerio. Se comenta que el malestar llega hasta los más cercanos de su equipo.