El hogar digital ha dejado de ser una quimera para empezar a comercializarse
Se imagina poder manejar su casa desde cualquier punto del mundo a través de Internet, el teléfono móvil, el ordenador o la PDA? No es ninguna utopía.
El hogar digital ha abierto ya sus puertas para transformar las viviendas que habitamos, todo por obra y gracia de la nueva ciencia de la domótica. Escépticos a un lado: "En un par de años, la domótica será una realidad absoluta en nuestro país", afirma Alfredo Villalba, director general de Inmomática y promotor de la Hom-e, la casa interactiva que se ha instalado en el recién clausurado Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA).
Este prototipo de vivienda ha servido para mostrar a compradores y promotores las ventajas de los dispositivos domóticos que se comercializan en el mercado.
"Nuestra vivienda está dirigida a todo el que quiera entender para qué sirve la domótica y las nuevas tecnologías para la vivienda. Especialmente, hemos pensado en el promotor inmobiliario que ahora tendrá que decidir si la incorpora o no en sus viviendas", añade Villalba.
Conocer los servicios que demanda el usuario se convierte en la llave para el desarrollo del hogar digital. "Por eso, es preciso hacer llegar a la sociedad que la domótica, tradicionalmente entendida como un bien de lujo, está al alcance de todos", explica Villalba. "Su coste, dependiendo del equipamiento contratado (básico, medio o de lujo), oscila entre los 1.500 y 3.000 euros, para una casa tipo de 100 metros cuadrados".
Alarmas
Se trata del 0,1 por ciento del coste total del precio de construcción de una vivienda. A cambio, su casa dispondrá de alarmas contra ladrones, de sensores de detección de humo y de un nodo para el encendido y apagado de la luz. "Dispositivos que además permiten una gestión energética eficiente, que a corto-medio plazo redundará en una reducción de un 35 por ciento del consumo energético", apunta Villalba.
El desconocimiento no es el único obstáculo que se ha encontrado la domótica en su camino hacia la madurez. Una deficiente estandarización de productos y un equívoco modelo de comercialización son escollos que se están intentando salvar.
La domótica, de serie
Según Villalba, "la solución sería que los promotores ofrecieran la domótica como un equipamiento de serie y no como un gasto más". Además, la instalación de este tipo de sistemas no tiene por qué limitarse a los inmuebles de nueva construcción.
"También se puede implantar en todo tipo de viviendas mediante dispositivos de radiofrecuencia que no necesitan obra", aclara José García, de la consultora Net Proyectos.
El mercado español es un campo sembrado para que el hogar digital progrese. Las simientes son las 800.000 viviendas certificadas en 2005, el gran desarrollo de los PAU (Programas de Actuación Urbanística), las ventas de pisos sobre plano, el importante desarrollo normativo y la cultura de propiedad frente al alquiler.
En unos años, lo raro será vivir en una casa donde la luz no responda a un aplauso o el frigorífico se limite a guardar la comida y no haga la compra por Internet, y sin consultarle.