
Cuando se pasan ocho horas diarias al lado de una persona, es difícil que no se acabe desarrollando un sentimiento de afecto entre ambos, e incluso una amistad. De hecho, en algunas ocasiones esa amistad llega a ser tan fuerte que incluso trasciende más allá de la empresa.
"La gran cantidad de horas laborales junto a un compañero de trabajo permiten formar un vínculo muy fuerte que frecuentemente termina en una amistad", señala Javier Caparrós, director general de Trabajando.com España, en declaraciones a equiposytalento.com. "Muchas veces las relaciones interpersonales dependerán de cómo se incentiven desde la empresa y la importancia que esta le de al clima laboral".
Por ello, Caparrós recomienda a la compañía "permitir a los trabajadores que compartan momentos agradables no solo en la organización, sino también en actividades fuera de la rutina de trabajo, ya que beneficiará directamente al ambiente laboral".
Para los trabajadores, tener un amigo en el trabajo (o varios) tiene varias ventajas:
1. Tener un confidente para desahogarse ayuda a superar los momentos difíciles o la frustración laboral.
2. Los amigos permiten salir de las situaciones de estrés al compartir vivencias, experiencias y conversar de cosas personales.
3. Ayuda a hacer más llevadera la jornada laboral.
4. De esta manera, se favorece el rendimiento, la motivación y la productividad de los trabajadores de la compañía.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que en algunos momentos de conflicto las amistades pueden perjudicar el rendimiento. En ocasiones hay situaciones en las que los trabajadores están obligados a tomar decisiones que ponen en conflicto la amistad y las obligaciones laborales.