Pymes y Emprendedores

Si tiene un 'Ronaldinho' en su empresa, mire los beneficios, porque se resentirán

Nadie entiende muy bien por qué, pero ya no es el de antes. Ni marca goles ni se entrena con el mismo ímpetu que hace unos meses. Algunos dicen que es un jeta y otros que ya ha firmado por otro club. Pero todos coinciden en que Ronaldinho está desmotivado. Una situación por la que pasan cuatro de cada diez empleados de las compañías españolas.

Una actitud, la de los ronaldinhos, que hace que las empresas en las que trabajan reduzcan su margen operativo en un dos por ciento y su beneficio neto en un 1,38 por ciento, según un estudio elaborado por la consultora Towers Perrin, en el que relacionaba la evolución de los resultados financieros de la empresa y el nivel de compromiso de sus empleados. En España el compromiso brilla por su ausencia. Sólo un 19 por ciento de los empleados se siente comprometidos con su empresa y más de un 31 por ciento desmotivados.

"Son ciclos. Suelen durar cinco años en cualquier puesto. Después de este período la curva de la motivación suele ir hacia abajo", explica Juan Carlos Cubeiro, socio director de la consultora Eurotalent. Pero, ¿qué desmotiva? Juan Carlos Olabarrieta, socio director de Towers Perrin, enumera tres razones: la percepción de la marca para la que se trabaja, el estilo de liderazgo y el entorno saludable de trabajo. "Son las pautas que motivan o desmotivan, según se apliquen", asegura.

En cuanto al quién es el responsable de la falta de motivación, los expertos en recursos humanos consultados por elEconomista aseguran que la motivación debe partir de uno mismo pero las herramientas deben salir de la empresa. Aunque "la responsabilidad directa es del mando inmediato. Si tienes un grupo bajo tu responsabilidad, debes controlar tú el rendimiento", asegura el director de recursos humanos de la multinacional HP, Joaquín Bernardo.

Según Towers Perrin el 59 por ciento de los empleados españoles cree que la posibilidad de participar en la toma de decisiones del departamento es una de las principales razones para comprometerse, para un 67 por ciento es el poder de influencia en la calidad de productos y servicios y sólo para un 28 por ciento son oportunidades de crecimiento dentro de la empresa.

Síntomas y recuperación

Limitarse a hacer lo justo y olvidarse de las actitudes proactivas son tan indicadores de la falta de motivación como el absentismo o el no cumplimiento de los plazos marcados para cerrar trabajos. Mónica Martínez, directora de recursos humanos de Panda Security, apunta además que la pauta de recuperación del empleado debe empezar con una charla directa entre el jefe directo y el empleado.

La primera pregunta es "qué necesitas, no qué busca o qué le gustaría sino qué necesita", asegura Diego Vicente, profesor del IE Business School. Añade además que la señal de alarma debe encenderse cuando "la gente deja de discrepar, si no pelean en las reuniones, en el sentido sano de la palabra, es cuando hay que empezar a sospechar que algo pasa". La puntualidad, señala Bernardo de HP, puede ser otro de los motivos de sospecha. Vicente marca cuatro pautas para recuperar al empleado desmotivado, "debe sentirse competente y útil, hay que delegar en él pero no marrones sino tareas para que crezca, debe tener la sensación de que avanza profesionalmente y debe llegarle por todos los medios la misión de la empresa".

La opción de dejar la puerta de la empresa abierta al empleado desmotivado no es la mejor opción, "es la más fácil pero no la mejor", recuerda Cubeiro. ¿Dinero? No es cuestión de dinero. Bernardo asegura que la motivación económica "dura cinco minutos" pero debe haber algo más para recuperarse del bajón. Cuando pasa un tiempo, cien días según los expertos consultados, debe tomarse una decisión. "A lo mejor, irse a un club italiano es la manera de que Ronaldinho recupere la ilusión", aventura uno de ellos.

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