
Esteban Barroso tiene un gesto afable y habla como si muy pocas cosas pudieran alterarle. Ofrece un café con leche a periodista y fotógrafo y especifica que procede del "comercio justo". Por si acaso.
Triodos, el banco en el que ocupa el puesto de director general, aparece siempre "vinculado a determinados temas". Se refiere a conceptos como banca ética y a transparencia en entredicho.
Barroso explica las características de su entidad con naturalidad. "No tenemos vocación de gasto en marketing porque no creemos que sea necesario. Nuestro compromiso se basa en prestar servicios de calidad a nuestros clientes, y crecemos gracias a ellos", explica. Esta declaración de intenciones con cierto sabor a spot publicitario no acaba aquí. Cuenta con orgullo que, a falta de gastos en anuncios, muchos de sus clientes lo hacen convencidos por la fuerza del boca-oreja.
¿Por qué su banco? ¿Por qué no otro? ¿Por qué deberíamos creernos las bondades de una entidad financiera? Barroso señala que uno puede hablar de precio o de valores. "Los hay que piensan ¿qué me dan? ¿qué es más barato?, y buscan el beneficio inmediato. Otros piensan que los valores son otras cosas. Se trata de un debate entre valor y precio", afirma.
Para los más escépticos, se aferra a la tradición de Triodos, cuyo germen comenzó allá por 1968, cuando "un grupo de señores decidieron que había que innovar en el sistema financiero". Primero, cuenta, crearon una fundación que pronto se convirtió en algo viable. "Pensaban que el dinero se podía gestionar de forma distinta, con un equilibrio de resultados, social y medioambiental. ¿Que si somos banca ética? Sí, porque nos lo han dicho", dice.
En todo caso, tampoco se recrea demonizando a sus colegas de pupitre al afirmar que lo que le ha sucedido a la banca también le ha pasado a otros sectores. "Tenemos una tendencia a colectivizar, que quizá no es lo más apropiado. Al final, los bancos hacemos cosas que la gente normalmente no quiere hacer, como prestar dinero", dice.
Prestar, insiste, es una profesión. "Muchas veces, cuando la gente habla mal de un banco, debería pensar que también somos agentes sociales. Gestionamos dinero ajeno del sistema", declara.
Otra cosa, claro, es a qué se dedica ese dinero que prestamos. Barroso explica que Triodos invierte en agricultura ecológica desde hace más de 30 años. También en energías renovables, una decisión que se vio reforzada con el drama de Chernobyl. "La política de inversión define no sólo el modelo de negocio, sino su propuesta de creación de valor social", añade. Declara orgulloso que Triodos carece de política de Responsabilidad Social Corporativa, porque ese tipo de principios los integran en la gestión y en la forma en que ganan dinero, destinado a tres áreas: social, medioambiental y cultural. "Por eso, en ocasiones decimos que somos un indicador social. No cobramos bonus, somos neutros en emisiones de CO2 desde hace años...", dice.
Se resiste a convertir a los primeros espadas de su sector en los malos de esta película. "Mientras que un tertuliano opina de todo, un banquero intenta intervenir. La esencia de nuestra profesión es prestar dinero que no es nuestro y que tarde o temprano va a tener que devolver", afirma.
No parece que su particular filosofía no sea tan rentable. Triodos crece con ratios de más del 20% anual. "En España -donde tienen ficha bancaria desde 2004- el pasado año crecimos más del 100%", comenta.
La crisis, advierte, contribuirá a una mayor activación de la sociedad civil. "Lo que tiene que tener claro la gente es que son corresponsables de lo que hace una institución financiera a la que presta el dinero. Así que tome usted un poco de conciencia", comenta.