Pymes y Emprendedores

¿Miedo a pedir dinero a su banco? Las SGR le avalan y le llevan de la mano

"No sólo los emprendedores. Las pequeñas empresas, las medianas y los autónomos tampoco nos conocen". Juan Luis Fernández-Rubíes habla con un cierto aire de resignación. Es consejero delegado de AvalMadrid, la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) de la Comunidad de Madrid, y asegura que la esencia de su trabajo consiste en que "vive por y para el empresario". Dejemos que explique cómo lo hace.

En cualquier parte del país, la escena se repite con frecuencia. Ese empresario que acude al banco a pedir un crédito para renovar una máquina de su fábrica; esa emprendedora que, con su plan de negocio bajo el brazo, solicita la cantidad que le hace falta para cumplir su sueño empresarial. A veces salen de la oficina bancaria con una sonrisa en los labios; otras veces, con el ceño fruncido. No pueden devolver la cantidad en tan poco tiempo, o simplemente el banco dijo no a su proyecto.

En España hay 23 Sociedades de Garantía Recíproca.
Tres de ellas son nacionales y atienden a tres sectores: transporte, juego y producciones cinematográficas. ¿Su labor? Convertir esos ceños fruncidos en sonrisas gracias a un aval. "Somos entidades financieras controladas por el Banco de España. Permitimos el acceso a la financiación de los empresarios mejorando los tipos de interés que ofrecen los bancos convencionales y a mayor plazo", dice Fernández-Rubíes. Las SGR llevan de la mano al empresario y asumen el riesgo ante el banco.

Yo te avalo, tú eliges el banco

En el caso madrileño, AvalMadrid llegó a un acuerdo con todas las entidades financieras de la región para ofrecer un tipo de interés del euribor+0,5%. "Les avalamos todo su proyecto, y les dejamos que elijan el banco que quieran", aclara Fernánez Rubíes. Dentro de sus Líneas Bonificadas, tienen distintas condiciones por inversiones en innovación, tecnología, renovación de maquinaria industrial y energías renovables. También tienen ventajas especiales para mujeres empresarias. El resto de las SGR también tiene líneas ventajosas con las entidades y los socios protectores (gobierno o empresas que inyectan liquidez a la SGR) de su comunidad autónoma.

El apoyo financiero de una SGR puede obtenerlo, en principio, cualquier pequeño y mediano empresario que necesite dinero para su proyecto, siempre y cuando éste sea "viable económicamente". Pero la responsabilidad que asume la SGR tiene su contrapartida. A cambio del apoyo recibido, la pyme deberá devolver el favor a la SGR.

Por ley, la forma de obtener el apoyo de una sociedad es la compra de una cuota social de la misma, convertirse así en socio de la SGR y tener acceso a futuros servicios, como el de asesoría jurídica.

A medida

Pero esa ayuda no va más allá. "No les hacemos el plan de negocio porque no nos daría la vida, pero cuando hacemos operaciones de altura, miramos con lupa", señala Fernández-Rubíes, que añade que los préstamos van desde los 30.000 euros hasta los tres millones.

Resulta extraño que muchas pymes desconozcan la existencia de las SGR como instrumento financiero y es que un 89 por ciento de los emprendedores no ha pensado nunca en acudir a una, y la mitad de ellos no ha oído hablar nunca de ella, según un estudio de la escuela de negocios EADA.

Si ofrecen condiciones más ventajosas que las entidades financieras convencionales y están en todas las comunidades autónomas, ¿cómo se explica? "No tenemos tanta notoriedad como los bancos porque no tenemos sucursales ni gastamos tanto en publicidad", asegura Fernández-Rubíes.

Desde la Confederación Española de Sociedades de Garantía Recíproca (Cesgar) soplan vientos de optimismo. Su directora general, Marta Cea, asegura que el sector crece a un ritmo del 20 por ciento anual. El año pasado, 79.931 empresas fueron beneficiadas con el aval SGR, el 81 por ciento de ellas tiene menos de 50 trabajadores de plantilla, y el 79 por ciento de las operaciones fueron a largo plazo (más de tres años). "Somos menos exigentes que los bancos, pero también pedimos ciertas garantías y analizamos la experiencia y la capacidad del empresario que lo solicita", aclara Marta Cea.

El sector servicios es el que concentra el 42 por ciento de las operaciones, la industria el 26 por ciento, la construcción el 16 por ciento, el comercio el 14 por ciento y el sector primario tan sólo un dos por ciento.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky