
Christine Arndt conoce muy bien el sistema universitario alemán, pero también el español. Dio clases en la Universidad Complutense de Madrid y en la de Barcelona. Se presenta en elEconomista con un afán casi conciliador entre ambos países, dispuesta a reconocer que aunque "entre españoles e italianos puede haber más afinidad", lo que une a españoles y alemanes es la complementariedad. Y la educación parece ser una buena aliada para conseguirlo. "España puede aportarle mucho a Alemania", dice convencida y con una sonrisa que prevalecerá durante toda la entrevista.
Arndt es directora del DAAD en Madrid, las siglas equivalentes a Deutscher Akademischer Austausch Dienst, el Servicio Alemán de Intercambio Académico, una institución que representa a las universidades germanas y que se encarga de la cooperación internacional, con fondos anuales de unos 400 millones de euros y que proceden de Gobierno alemán y de la Unión Europea. "Tenemos más de 74.000 becarios al año y contamos con más de 250 programas", cuenta.
Con semejante variedad de ofertas, podría decirse que las oportunidades de conseguir una beca son relativamente altas. Arndt especifica el objetivo de la institución de la que forma parte: "La filosofía del DAAD es atraer a extranjeros (los mejores) para que adquieran experiencia, contactos, idiomas, pero queremos que luego se vuelvan a sus países y hagan cosas, que sean socios de Alemania en distintos ámbitos. Nos interesa tener ciudadanos globales".
Programas y becados
Así, ofrecen becas de hasta dos años de duración en Alemania para hacer un máster o bien un doctorado, un programa que realizan junto con La Caixa desde 1993. También cuentan con becas para estancias cortas de hasta seis meses para investigadores y doctorados y de tres meses para personal docente investigador. De hecho, Arndt explica que los fondos DAAD destinados al intercambio con España han aumentado con los años hasta los actuales 13,4 millones de euros de presupuesto anual. Sólo en 2010 hubo 1.045 estudiantes, profesores e investigadores de España y Alemania que se beneficiaron de esos programas.
Hace poco, las universidades españolas han quedado una vez más en mal lugar en los ranking internacionales. Arndt muestra su escepticismo ante estas listas y explica por qué. "Alemania es el tercer país más atractivo para atraer talento a las universidades, y creo que este tipo de ranking internacionales están muy influidos por los criterios anglosajones, ha habido voces críticas en Alemania, por eso no es un tema que me preocupe demasiado", señala. Su referencia, explica, es la lista que elabora CHE. "Se fijan más en determinadas disciplinas", comenta.
Pero advierte a los que piensen que ir a Alemania equivale a tocar el cielo, aunque sólo sea laboral. "Hay que ser flexibles. En Alemania no todos los que estudian Historia del Arte acaban trabajando como tal. Se puede aprender mucho en cualquier trabajo. Lo importante es salir de casa, luchar y buscar oportunidades", defiende.
¿Cómo valora el sistema universitario español? Arndt explica con diplomacia que "en España ha cambiado mucho la competencia entre ministerios, así que hace falta ser muy flexible y como socio extranjero te puedes adaptar. Eso sí, el proceso de Bolonia se ha implantado bastante tarde. En el DAAD empezamos a desarrollar instrumentos de apoyo para incentivar la creación de carreras internacionales desde antes de Bolonia". Conoce las dificultades que suponen los recortes para la educación. "Las universidades españolas están en una situación muy difícil, con rectores cuya máxima preocupación en estos momentos es pagar las nóminas a los profesores", dice.
A vueltas con la formación dual, Arndt explica las ventajas de una fórmula que no reduce a la universidad como única salida para los jóvenes. "En España la universidad es casi la única vía para adquirir formación sólida y buena. La Formación Profesional en colaboración con empresas puede cualificar muy bien a los jóvenes, no hace falta estudiar tantos años, porque está muy orientado a las necesidades del mercado laboral", dice.
¿La crisis supone que tengamos de hablar inevitablemente de una generación perdida? Arndt explica que su percepción quizá no sea la más completa, ya que valora las experiencias de los becarios del DAAD. "Todos los que yo conozco tienen buenas perspectivas laborales y o bien están trabajando en empresas importantes o han montado las suyas propias". El futuro es difícil, dice, porque hay recortes en ciencias, pocas ofertas de empleo, pero "la situación es más difícil para los que se quedan". ¿Consejos? "Siempre es mejor seguir cualificándose que quedarse parado. En Alemania cada vez ofrecen más doctorados y másteres impartidos en inglés, con lo cual el idioma ya no debería suponer un problema tan grande", añade. Porque hay que romper con los tópicos y perder el miedo a los idiomas. También al alemán, asegura. "En España hay un boom por aprender alemán. En algunos casos el Instituto Goethe ha registrado un 80% más de demanda de cursos", confirma. El español es el segundo idioma más estudiado en Alemania después del inglés, cuenta. "Esto ayuda a luchar contra los estereotipos. Severo Ochoa, Gregorio Marañón, Ramón y Cajal han estudiado en Alemania".