Pymes y Emprendedores

Pasar del paro de larga duración a crear una empresa en cuatro meses

Imagen de Thinkstock.

La duración y la intensidad de la crisis en España está llevando a multitud de empresas a cruzar nuestras fronteras en busca de nuevos mercados. Algo que tiene su lado positivo, pues ha abierto un nuevo nicho que explotar en España: la gestión de internacionalizar una empresa.

En la academia de parados de larga duración de IMF se han dado cuenta de ello. Por ello, han incluido cursos de comercio internacional para formar a personas que se ocupen de estos trámites... a través del autoempleo, ¿por qué no?

Lo cierto es que, salvo en agosto, desde que se aprobó la reforma laboral en febrero -que hace una fuerte apuesta por la formación-, el autoempleo no ha parado de crecer. Y estos cursos pueden ser un impulso para que no se frene esta tendencia y para, poco a poco, ir cambiando la mentalidad española con respecto al autoempleo.

Los cursos que se imparten desde la Escuela de parados de IMF tienen una duración de cuatro o cinco meses, e incorporan prácticas en empresas. Al finalizar el curso, se obtiene un certificado de profesionalidad expedido por el Ministerio de Educación.

Los recortes no frenan

Los demás cursos consisten en dependencia, energía y marketing digital, medioambiente, prevención de riesgos laborales. Y realizan las prácticas en empresas tanto pequeñas como multinacionales.

Precisamente la atención sociosanitaria es otra puerta al autoempleo. El director general de IMF, Carlos Martínez, explica que se trata de un sector que, "pese a los recortes que está sufriendo, continúa generando empleo".

Además, se trata de un sector que encaja muy bien con el perfil de las amas de casa, que tienen experiencia en el cuidado de personas mayores y que, por el actual contexto, se ven obligadas a incorporarse al mundo laboral para aportar ingresos, ya que en la actualidad, 1,74 millones de hogares españoles tiene a todos sus activos en paro.

La importancia de formarse

El director general de IMF explica a elEconomista que en el actual contexto económico, no sólo es necesario tener formación para buscar un empleo en nuestro país, sino que fuera se requiere mano de obra, pero mano de obra cualificada. Incluso para trasladarse a Latinoamérica, donde la barrera idiomática no supone una dificultad añadida para encontrar un puesto de trabajo.

El perfil de los estudiantes de la escuela es bastante amplio: desde amas de casa que no tienen estudios, mayores de 45 años, y jóvenes sin formación porque la abandonaron seducidos por los altos salarios que se ofrecían en el sector de la construcción. Pero todos ellos con una indeseada característica en común: llevan desempleados más de doce meses.

Por último, aboga por acabar con clichés sobre la formación profesional o los títulos de profesionalidad que, según recuerda, muchas veces tienen más salidas que las carreras universitarias, las cuales, añade, se han encarecido por la subida de las tasas.

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