
Brasil, que acogerá el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juego Olímpicos de 2016 (que supondrán una inversión de 40.000 millones), tiene en marcha el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), que prevé una inversión de 650.000 millones de euros hasta 2016. Antonio del Corro, director de la Cámara de Comercio Brasil-España, lleva diez años animando a empresarios españoles a conquistar este mercado latinoamericano. Recibe a elEconomista en la Casa Do Brasil (sede de la Cámara) antes de partir de vacaciones hacia Asturias.
¿Los grandes eventos son sólo para las grandes compañías?
Construir una gran autopista no es algo que pueda hacer una pyme, pero detrás de una gran empresa hay pequeñas compañías subcontratadas.
¿Qué sectores serán los más beneficiados por los Juegos?
En primer lugar, las infraestructuras, en todos los sentidos: construcción, energía y tecnología. Y el equipamiento deportivo, que incluye desde los asientos de los estadios hasta el césped.
¿Cree que este evento deportivo dará a las pymes españolas el impulso que necesitan para internacionalizarse?
Sí, tanto los Juegos como el Mundial de 2014. Pero yo les diría que no pensasen sólo en estos grandes acontecimientos, sino que considerasen Brasil como un mercado en el que establecerse. Lo fundamental no es que vayan más, sino que permanezcan. Es el momento exacto. Los Juegos son una gran posibilidad, pero es en el programa PAC donde verdaderamente están las inversiones importantes para ellas.
El crecimiento brasileño se ha ralentizado notablemente en los últimos meses. ¿No es tarde para entrar en este mercado?
Brasil ya no va a crecer al 7 por ciento, pero se espera que siga haciéndolo al 3 por ciento y con una inflación controlada.
Con la crisis, ¿ha aumentado el número de pequeños empresarios que acuden a ustedes?
Sí, gente que nunca se había planteado establecerse en Brasil por la distancia o por el idioma se está abriendo. Muchas pymes están haciéndose un hueco en el enoturismo brasileño, vendiendo allí sus vinos, además de jamón y otros productos de alimentación, llegando a acuerdos con bodegas brasileñas e incluso participando en la construcción de éstas.
¿Qué otros cambios han notado por la coyuntura?
Algunas empresas brasileñas cotizan en el Ibex pero, sin embargo, no tienen presencia física aquí. Nos estamos acercando a ellas, porque creemos que es un gran momento para que compren empresas de su sector en España y tengan, así, una base en este país de cara al futuro. Quizá no es el momento de hacer negocio, pero sí de comprar barato.