Pymes y Emprendedores

Un lapsus más y un medio menos

Cuando estudiaba Periodismo, una de las máximas que más nos repetían los profesores es que las noticias, cuanto más cercanas, más había que publicarlas, porque son las que tocan.

Por eso no voy a hacerle caso a mi amiga María, que me sugirió que escribiera esta semana sobre Sara Carbonero y Pilar Rubio y el choteo generado alrededor de ambas. Tan solo le diré a ella y a los amables lectores de esta columna que ese físico no puede sino generar envidias, y que claro que hay machismo cuando hay señores comentaristas con esas meteduras de pata y presentadores con escaso gancho. Pero amigas, estar en la tele y poner la cara es lo que tiene. Y llámenme bruja si quieren, pero es que ambas tienen una belleza igualmente proporcional a su escasa chispa. Pilar debe echar mucho de menos a los guionistas de Sé lo que hicísteis..., los únicos capaces de sacarle todo lo bueno que tiene.

Pero hay otra cosa que me ha tocado muy de cerca. El viernes se publicó el último número en papel del Qué!, el enésimo medio que ha caído por la crisis (económica, de la profesión, etc) y el año y medio más intenso de mi vida profesional. No me pondré en plan profunda diciendo que cuando cierra un medio hay menos democracia (tampoco creo que el objetivo de este periódico fuera ese). Pero me gustaría que muchos de los que se engolan y vienen arriba por trabajar en un medio de pago se hubieran pasado por esa escuela durante sólo una semana.

Números cero hasta las cinco de la mañana, llamadas al Ministerio de Economía de Irlanda a las diez de la noche, a la Nasa, hasta en busca de Arafat. En esa tercera planta de Orense con Sor Ángela de la Cruz hicimos periodismo. Nos costó que se aprendieran el nombre, nos despreciaron muchas veces, se rieron otras cuantas. No había Segurolas, ni Garcías Abadillo, ni nombres dignos de columna de opinión propia. Pero cómo nos lo curramos, cuánto sufrimos y qué bien nos lo pasamos. Un abrazo a los compañeros, algunos me llevé como amigos de por vida. Mucha suerte. Al resto, toquemos madera. Nos va a hacer mucha falta.

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