Pymes y Emprendedores

¿A los cabos en 'low cost'? no, pero de su bolsillo

Hace años estuve en Los Cabos. Un sitio con playas estupendas, tequila, y enormes resort. También lleno de hormonas, las de las decenas de estadounidenses que lo tienen como destino para, una vez acabado el curso en su high school o universidad, intentar conseguir los tres objetivos básicos de cualquier joven: ligar, bailar como si te fuera la vida en ello y beber. Más teniendo en cuenta que proceden de un país donde hasta los 21 años tienes que, por ley, limitar tu vida a zumos, agua y refrescos.

Lo que quiero decir es que no es ni mucho menos el destino que a uno le viene a la cabeza para montar una reunión de gente importante. Una vez que se prohibieron los congresos médicos en sitios paradisiacos, y teniendo en cuenta que estamos como estamos, los que decidieron el sitio para montar el G-20 podían habérselo pensado dos veces.

Y como la política está llena de gestos, alguien debió decirle a Elvira, señora de Rajoy, que ya que quiere mantener un perfil tan bajo, que mejor se hubiera quedado en casa, que ya hay otros viajes menos apetecibles a los que apuntarse. Con lo bien que hubiera quedado apuntándose a uno de los muchos puentes aéreos a Bruselas que le toca hacer a su marido.

Si es que se lo ponemos a huevo. Y perdonen lo soez, pero no se me ocurre decirlo de otra forma. Aquí es muy fácil tenerle manía a Angela Merkel, pero en Alemania, y por ley, el marido de la canciller está obligado a pagar de su bolsillo los viajes a los que quiere acompañar a su esposa. Así que es bastante habitual verle en vuelos low cost. Nosotros no, es que somos tan generosos que le pagamos las cenas al jefe de seguridad. Y luego lloramos porque nos intervienen, como cuando en el colegio decíamos que suspendíamos por "la manía del profesor".

Me parece muy bien que sea México el destino de un G-20, ojo, pero ¿Los Cabos? Es como si nos los traemos a Ibiza, hombre... Más con la de grandilocuentes palacios de congresos que hemos construido y que ahora nadie llena. Aeropuertos no digamos. Y mientras luchando por una candidatura olímpica. País.

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