"No hay crisis. Lo que se está produciendo es un cambio de modelo, pero nadie lo quiere explicar". Éstas fueron algunas de las afirmaciones que manifestó Francisco Misiego, profesor de la Escuela Europea de Negocios y autor de la reciente obra Neuromarketing político, en un coloquio que acogió el centro sobre el neuromarketing político, una técnica de aplicación empleda en los mercados, la publicidad o el marketing, y su influencia en la toma de decisiones.
El deseo de materialidad
Sobre la situación económica actual, Misiego argumentó su afirmación a través de una comparativa entre los jóvenes estadounidenses y los de la India, y la diferencia de necesidades que existe entre ambos. "El problema es que se quiere mantener el mismo estatus. Nos han enseñado que si tenemos cosas somos felices, nos han vendido eso cuando no es así y hay un cambio en la sociedad del que nadie quiere hablar. Lo que intenta transmitirse en política es que todo sigue igual, y estamos manteniendo una situación social como si no hubiera cambiado nada. También se transmite a través del lenguaje que estamos globalizados, pero no es cierto".
El profesor de esta escuela defiende que la crisis no es más que una consecuencia de la ley bubble act de 1720 y que la mayoría de las determinaciones empresariales que se toman no son racionales. "Analizamos las cosas, pero muchas veces, las decisiones que se toman al final son por amistad, por política de empresa, etc. y nos justificamos constantemente porque tomamos decisiones emocionales", dice.
El autor identificó dos emociones que el ser humano presenta frente a la política: el miedo y la esperanza. "Actualmente se vive un rechazo a los mercados y los políticos están trabajando contra ese miedo a través del neuromarketing político. El problema es que al final, esta técnica podría manipular las mentes de la gente", comentó.
Problemas sociales actuales
El profesor de la Escuela Europea de Negocios no quiso ignorar en su intervención la influencia que poseen las nuevas tecnologías en el conocimiento de la sociedad, así como las amenazas que pueden presentar. "Internet ha democratizado el mundo relativamente, porque hay aldeas o lugares que todavía no lo tienen. Es cierto que ofrece gran cantidad de información, pero, ¿cuánta de ésta tiene valor? , porque las generaciones actuales se meten en wikipedia y creen que todo lo que se cuenta es cierto, pero yo puedo utilizar la Red de forma negativa", explicó.
Asimismo, Misiego ofreció su opinión sobre la filosofía del éxito sin esfuerzo sosteniendo que "el mundo se está convirtiendo en minorías cada vez más selectas. La generación nini quedará cada vez más apartada y habrá una élite intelectual que predominará frente al resto. Los políticos han hecho que cada vez seamos menos críticos, porque si disminuye la educación, al final es más fácil dominar el mundo". Frente a esta postura, el autor ofreció como solución la colaboración de la ciudadanía "tenemos que conseguir que la mayor parte de la sociedad participe y se involucre, y eso es lo que no le interesa a los políticos".
La innovación fue otro de los grandes lastres que se apuntalaron en la charla. "En España no hay innovación. El concepto que tenemos aquí es que si se venden pisos y coches no hay crisis; y mientras tanto, en otros países están pensando en innovar", afirmó.