
Made in China. Este fabricado en China es una de las frases que más asustan a los empresarios españoles y también a los consumidores. Los productos de este origen se multiplican en las estanterías de los comercios pero el gobierno de este país asiático ya se ha cansado de ver cómo su origen de marca queda dañado por distintas acusaciones.
En los últimos años ha potenciado la presencia interna y externa de algunas importantes empresas que, gracias a la incorporación de modelos de gestión más occidentales, cada vez ganan más visibilidad. Una de estas empresas es China Mobile que ocupa el primer puesto del ranking sobre importancia de marcas chinas elaborado por la consultora Interbrand. Tan sólo cinco años después de independizarse del gigante China Telecom, en 2006 China Mobile generó el 60 por ciento de los beneficios del mercado de las telecomunicaciones en este país.
Sin embargo esta no es la única compañía que pierde el made in China de cabecera. Otras como China Construction Bank o Bank of China son algunas de las seleccionadas. Uno de los ejemplos más significativos de los últimos años es la firma electrónica TLC, que en el último año ha obtenido del extranjero cerca del 60 por ciento de su facturación. Además la marca Lenovo, gracias a sus sinergías con IBM, ha conseguido importantes contratos para los Juegos Olímpicos.
"Hace más de veinte años las marcas japonesas y las coreanas también llegaban a los mercados europeos y al final funciona. Lo de China no es nuevo pero cada vez tienen más conocimiento, más exposición y más exportación, al final se acabarán instalando", dice Gonzalo Brujó, socio director de Interbrand.
Mantener la imagen de marca
Los servicios financieros, las telecomunicaciones, seguros y nuevas tecnologías son los sectores que más triunfan. Pero, ¿qué tienen estas empresas para salir y convencer más allá de la Muralla China? El informe recoge los motivos que el gobierno chino señala para justificar la pérdida de la imagen made in China de estas compañías.
Mantener la imagen de marca acorde a la cultura china y no apostar por las marcas de lujo parece ser una de las razones que han llevado a las marcas chinas a triunfar. La condición de ser, en algunas ocasiones, ex propiedad del Estado también les ha ayudado a mejorar sus conexiones con otros países.
"Los chinos son buenos en la fabricación pero todavía no lo son en la innovación, en el marketing, en la implantación y en la adaptación de los modelos de gestión. Tienen volumen, capital suficiente y un equipo humano que todavía representa un coste bajo. Cuando aúnen todo, serán imparables", opina Gonzalo Brujó. Sin embargo, parece que el tiempo y las opiniones corren en contra de los esfuerzos del gobierno asiático. El informe predice que se tardará al menos cinco años en que la gente pierda el miedo a la marca y que todavía hoy siete de cada diez profesionales del marketing creen que el made in China repercute negativamente en sus marcas.