
Acceder a una vía de financiación con la que iniciar un proyecto, o llevar a una fase de consolidación otro ya existente, es una de las principales preocupaciones de los emprendedores. Por eso estos comienzan a llamar a puertas ajenas al clásico crédito bancario. Una de ellas es el venture capital, figura bajo la que el sector del capital riesgo prestó más de 218 millones de euros en 2010. José Tomás Moliner, vicepresidente de la Asociación Española de Capital Riesgo (Ascri), explica cómo se comporta esta fórmula financiera y qué patrones siguen para invertir su dinero.
P: Con la crisis económica, muchas empresas parecen haber descubierto el capital riesgo como un vehículo de inversión ante las dificultades de acceder a un crédito bancario. ¿Cómo se comporta esta vía de financiación?
R: En España el sector del capital riesgo se resume en dos actividades. Por un lado está el venture capital, destinado a financiar proyectos de emprendimiento por dos vías: el capital semilla y las startups. Por otro, están las inversiones en las empresas que no cotizan en bolsa. En conjunto, el año pasado las estadísticas del sector decían que se habían invertido más de 3.500 millones de euros. Aquí entra en juego tanto lo que es el capital semilla, la financiación de startups, el capital de sustitución con el que comprar una compañía adquiriendo acciones de un tercero, y el capital de expansión, que se dirige a compañías ya iniciadas que buscan financiación para crecer y que en 2010 aportó más de 1.100 millones.
P: Hablemos del venture capital, que da respuesta a uno de los principales escollos que encuentran los emprendedores. Según consta en el informe anual de Ascri, el año pasado se incrementó este tipo de inversión un 9 por ciento con respecto a 2009, hasta alcanzar los 218 millones...
R: En lo que es capital semilla, es decir, financiación para poner en marcha nuevos proyectos emprendedores, se destinaron 120 millones de euros. Lo que más creció fue la inversión en empresas en fase start-up, que fue de un 10 por ciento. Se han mejorado las cifras con respecto al año anterior, aunque aún estamos lejos de las inversiones que se realizaron entre 2006 y 2008 (más de 250 millones).
P: Cuando un emprendedor acude al capital riesgo en busca de financiación para su proyecto, ¿en qué se fijan? ¿Cuáles son los aspectos que deciden si merece o no la pena la inversión?
R: Lo más importante es valorar la capacidad del equipo humano que compone el proyecto en lo que respecta a cumplir el business plan que hayan establecido. Lo primero es ver que el plan de negocio tenga credibilidad, porque si alguien que no vende nada te llega diciendo que en un año piensa facturar 2.000 millones, lo más probable es que algo falle. Pero en cualquier caso lo fundamental es que creamos que el equipo de dirección puede llevar ese business plan a cabo.
P: La mayor parte del volumen invertido en 'venture capital' el año pasado lo dirigieron hacia el sector tecnológico. ¿Significa eso que los emprendedores tecnológicos tienen más fácil obtener financiación a través del capital riesgo?
R: Obviamente, porque es un sector donde se producen más operaciones de empresas que arrancan de cero y la innovación es alta. El capital riesgo siempre busca un carácter innovador, algo que pueda suponer un cambio con respecto a lo ya existente... y que ese cambio obviamente dé beneficios. En la medida en que inviertes en mercados que revolucionan algún aspecto vía innovación, la posibilidad de obtener retornos es mayor. Y la tecnología es la principal vía de innovación.
P: ¿Y eso es una moda o considera que ya se ha consolidado dentro del sector?
R: De cara al futuro la corriente nos lleva a que se tenga que invertir mucho más en este sentido. Está claro que las economías avanzadas están basadas en que tú seas capaz de hacer cosas distintas a los demás. Por eso hay necesidad de invertir en tecnología. Ahora es un buen momento para hacer un plan de negocio tecnológico y acudir al capital riesgo. Por eso es normal que el sector se esté inclinando por los proyectos tecnológicos.
P: Por sectores, les seducen más los emprendedores tecnológicos. Por tipología de inversión, a tenor de las estadísticas de Ascri, parece que también prefieren los proyectos un poco más maduros, o ya iniciados, que los que arrancan de cero...
R: El sector del venture capital es aún pequeño en España, por eso el capital riesgo se suele mover más por proyectos maduros, de startups que buscan consolidarse o iniciar una fase de crecimiento y expansión. El año pasado se invirteron mediante capital privado 130 millones en venture capital, y 87 millones a través de capital público, con operaciones del Cdti, Plan ICO, Invierte, Enisa, etc.
P: ¿Dónde está el 'riesgo' de un capital que busca inversiones medianamente seguras en proyectos maduros?
R: El riesgo está en que no todas las operaciones salen bien. Cuanto mayor sea la rentabilidad que buscas, mayor es el riesgo de que no salga. Y si buscas una rentabilidad por encima del 20 por ciento...
P: Cuando invierten en un proyecto emprendedor, ¿cuál es el plazo que fijan para el retorno de la inversión?
R: Nosotros no somos una empresa familiar ni un business angel, sino un inversor financiero. Por tanto, tenemos los plazos contados cuando realizamos una inversión. Estos vienen fijados por el business plan, y suelen ser a 4, 5 ó 7 años. Una vez completado el retorno de la inversión, el capital riesgo buscará su salida mediante la venta de su participación, la entrada en la bolsa u otro mecanismo.
P: ¿El venture capital es entonces un vehículo puramente financiero, sin intervención en el desarrollo del proyecto emprendedor?
R: En absoluto. Esto no es algo así como "dame el dinero para mi empresa y en cinco años te llamo para darte los beneficios". El capital riesgo aporta rigor en la gestión, gobierno corporativo, networking con otros inversores y operadores...
P: ¿Igual que un business angel?
R: No, porque los business angel tienen una visión más intuitiva y, además, invierten su propio dinero. El capital riesgo, en cambio, lo que getiona es un fondo constituido por dinero de terceros que buscan rentabilizar su inversión.